Pulso interminable por La Cubierta
El Ayuntamiento de Leganés inicia los trámites para rescindir la concesión tras un nuevo enfrentamiento con el empresario que gestiona la plaza de toros
31 de julio de 1997. Inauguración de La Cubierta de Leganés, la primera plaza toros con techo plegable y vocación de convertirse en un espacio multiusos de referencia para los madrileños. A lo grande. En el coso, Enrique Ponce, Joselito y Rivera Ordóñez. Los tres salen a hombros. 17 de agosto 2013, el alcalde, Jesús Gómez, del PP, llama a las mismas puertas, que permanecen cerradas a cal y canto, con cara de circunstancias acompañado por la concejal de Festejos. Nadie le abre.
El empresario que gestiona La Cubierta, Julio Torres, ha suspendido todos los festejos taurinos de las fiestas de agosto. Tampoco se celebraron los encierros previstos para los dos días siguientes. Es el penúltimo capítulo del pulso que mantienen desde hace dos años Torres, y el equipo de gobierno, del PP, aderezado con reproches de todo tipo por ambas partes.
La gota que ha colmado el vaso para Torres es el decreto de 2011 en el que el alcalde decidió fijar las tarifas para los festejos taurinos y la gratuidad de los encierros, sin ofrecerle una compensación económica a cambio. Este año ha intentado cobrar una entrada por la suelta de reses posterior al encierro. Al no lograrlo decidió echar el cierre.
Con el PSOE en el poder, el municipio adquiría las entradas al concesionario (140.000 euros en 2009 y 126.000 en 2010, señala el PP). Una solución que Gómez considera una forma de rendirse al “chantaje del empresario”. Los socialistas sostienen que no existe ninguna irregularidad y que el alcalde se escuda en gestiones de gobiernos anteriores para justificar su nula capacidad de gestión.
La mejor oferta
Aforo: 12.000 personas
Coste de la obra: 12 millones, según la empresa.
Características: Tiene un cuerpo cilíndrico de más de 100 metros de diámetro y 35 metros de altura; cubierta semiesférica móvil que se desplaza 180 grados, hecha en aluminio y acero con un peso de un millón de kilos y se cierra seis minutos.
Concesión administrativa: En marzo de 1996 a Asuntos Taurinos y Espectáculos, S.L., por 75 años.
Obligaciones del concesionario: Asumir la financiación de la totalidad de las obras; organizar y realizar como mínimo dos ferias taurinas en las dos fiestas patronales, que incluya encierros tradicionales, y ceder gratis 10 días al año para las actuaciones que señale el Ayuntamiento, entre otras.
Torres sostiene que ya no puede más, tras dos años haciendo frente al gasto. “Quiere quedar bien con los vecinos y ¿a nosotros quién nos paga?”, increpa. Asegura que su facturación oscilaba entre el millón y los dos millones de euros anuales y que este año ha ingresado 20.000. “Nos ha tenido cerrada La Cubierta de diciembre de 2012 a julio de 2013, por unos incumplimientos de seguridad. Nos abrió justo para que le preparemos las fiestas después de habernos hecho perder varios eventos”, sostiene. Desde el Consistorio replican que le dieron el visto bueno cuando arregló los problemas que se habían detectado en una inspección.
El empresario indica a la vez que no se trata de un servicio público, como pretende el equipo de gobierno, “no es la limpieza viaria”, sino de una concesión de dominio público y la empresa es la responsable de la inversión y del modelo de negocio.
El Ayuntamiento también ha dicho basta después de lo que Gómez considera “gravísimos incumplimientos que van en contra de lo estipulado en el pliego de condiciones, que le obliga a realizar como mínimo dos ferias taurinas en las fiestas patronales (agoto y octubre) que incluya los encierros tradicionales”. Nada dice de que tengan que ser gratuitos ni de la suelta de reses, replica Torres.
Los técnicos municipales están elaborando un expediente para rescindir la concesión administrativa que la empresa, Asuntos Taurinos y Espectáculos, S.L. (ATESL) consiguió en el año 1996 por un periodo de 75 años, a cambio de construir la infraestructura, que costó 12 millones, según datos de la empresa. El municipio puso el suelo y el empresario se encargaría de explotarla.
Si Leganés recupera la posesión de La Cubierta, podrá dar la concesión a otra empresa. Gómez espera que para el año que viene esté todo arreglado. El empresario responde que continuará “interponiendo todas las acciones judiciales necesarias, incluso penales”. En este escenario, Torres hasta se ha negado a retirar las talanqueras, barreras de madera que separan al público de los toros en los encierros.
El Ejecutivo local ya intentó recuperar la plaza en 2010. Estaban de acuerdo PP, PSOE e IU. El grupo independiente ULEG votó en contra. La iniciativa no prosperó al pedir el empresario alrededor de 30 millones. En el tira y afloja que se produjo antes de las últimas fiestas, el alcalde propuso a Torres una permuta por una parcela municipal, que el empresario rechazó. Una actitud que dejó “perplejo” a Gómez.
Si el Ayuntamiento recupera la plaza, el alcalde quiere dar otro uso a los locales comerciales de los bajos de la Cubierta, que llevan años siendo foco de conflictos. Son 46 y forman parte de la misma concesión que la plaza, aunque se podía transmitir el derecho de uso. Al principio, se abrieron establecimientos a los que acudían los leganenses. Pero poco a poco empezaron a aparecer discotecas y pubs frecuentadas por inmigrantes de diferentes nacionalidades hasta que se convirtió en un gueto. En 2008, el asesinato de un joven de 19 años, Bruno S.O., en esta zona dejó al descubierto su peligrosidad y la estigmatizó.
Carlos Delgado, concejal de ULEG, relata como en un principio se habló de que se iban a instalar tiendas de ropa de marcas de referencia. “No fue así, y yo tengo la sensación de que La Cubierta se ha dejado morir”. Piensa que el alcalde tiene razón en sus exigencias, pero no en la forma en la que ha llevado las negociaciones. Se trata de recuperar los tiempos en los que La Cubierta se vendía como un polo de atracción del ocio y la cultura.
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