Povisa, una semana de protesta sin diálogo entre las partes
Un juez verá el martes la demanda del comité contra la anulación del convenio
Con la mayoría de sus quirófanos cerrados y sin personal que facilite citas para consultas o pruebas diagnósticas, la huelga indefinida de Povisa, que cumple su primera semana, sigue alimentando la lista de espera en el hospital que figura al frente de las demoras en todas las estadísticas del Sergas. Y de largo, con tiempos medios que triplican los del resto de la sanidad pública gallega. Claro que no se trata de un hospital público, sino de uno privado que, ante las limitaciones del área sanitaria de Vigo, atiende a 150.000 pacientes de la zona a cambio de 75 millones anuales.
Sin reuniones ni conversaciones telefónicas en estos siete días entre el comité de empresa y la dirección, tampoco la consellería tiene intención de facilitar una salida al conflicto. En su única aparición desde que comenzó la huelga, la titular de Sanidade, Rocío Mosquera, llamó a las partes a llegar a un acuerdo cuanto antes, pero eludió intervenir por tratarse de un centro “concertado pero privado”. Toda la oposición ha criticado la actitud de la consellería y le ha exigido que atienda las reclamaciones de los trabajadores y garantice la prestación sanitaria a los pacientes. Povisa sostiene que no mantendrá encuentro alguno con el comité hasta el 15 de septiembre. Según los sindicatos, la huelga la secunda el 75% del personal no facultativo, formado por unos 1.000 empleados, en tanto que Povisa cifra el seguimiento en un 14% del total de 1.400 trabajadores. De los 15 quirófanos con que cuenta el hospital, solo se realizan operaciones en tres, según datos del comité que la empresa rehúsa comentar. La actividad en las intervenciones se ha reducido a la mitad, en tanto que en las consultas la huelga ha tenido hasta el momento menos incidencia, dada la negativa del sindicato que representa a los médicos, Omega, a secundar la convocatoria. Pero sin personal auxiliar que facilite citas, análisis y pruebas, los representantes de los trabajadores creen que la atención se comenzará a resentir en los próximos días.
El conflicto se ha centrado estos días en los servicios mínimos, con acusaciones del comité a la empresa de trasladar al personal que no secunda el paro a servicios que no están sujetos a mínimos. El centro, mientras, acusa al comité de “acosar” a los trabajadores que ha decidido trabajar. La dirección también se queja de lo que llama “escraches” de los huelguistas a directivos de Povisa, increpados en las inmediaciones del hospital. El motivo del paro es la aplicación del convenio sectorial de la provincia en sustitución del colectivo, decidida por Povisa ante la falta de acuerdo para firmar uno nuevo, una decisión que según los sindicatos reduce los salarios un 40%. La demanda presentada por el comité contra esta anulación del convenio será vista este martes por un juez.
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