La oposición llama a Trias a luchar por las obras de Muñoz Ramonet
Los partidos exigen al Ayuntamiento de Barcelona llevar la reclamación de la colección hasta las últimas instancias judiciales El PP pregunta por las medidas cautelares que se tomaron para evitar el saqueo en el palacete
Que Barcelona se quede con el gran tesoro artístico que el empresario Julio Muñoz Ramonet legó a la ciudad. Este es el clamor de todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de la ciudad, que exigen al alcalde, Xavier Trias (CiU), que llegue hasta las últimas instancias judiciales para salvaguardar este patrimonio.
En mayo de 1991, cuando el industrial Muñoz Ramonet murió, le dejó a la ciudad su palacete de la calle de Muntaner y la colección de obras de arte formada por centenares de valiosas pinturas y una colección de miniaturas aún más valiosa. Una tasación de 1958 valoraba las obras en más de 60 millones de las pesetas de entonces. Tras dos décadas de litigio —las cuatro hijas del industrial no reconocían la validez del testamento— el pasado 25 de julio, por orden judicial, el Ayuntamiento recibió las llaves del inmueble y tomó posesión de él. Todo bajo un estricto secreto.
En mayo de 1991, cuando Ramonet murió, le dejó a la ciudad su palacete de la calle de Muntaner y la colección de obras de arte aun más valiosa
Todos los grupos anuncian ahora que pedirán explicaciones al Gobierno tras la vuelta de la pausa estival. “Va ser muy difícil, será un litigio muy largo, pero el Ayuntamiento tiene que seguir luchando”, asegura Jordi Martí, el líder del PSC en el Consistorio. “El Ayuntamiento debería haber permitido la entrada a la oposición y a los medios de comunicación en el palacete de Muntaner y así haber puesto luz sobre tantas especulaciones. Y todo parece indicar que allí no está el gran tesoro del que nos habían hablado”, agregó Martí.
“La única esperanza que tenemos es que todo esto aún esté en poder de la familia”, remató el socialista. Los rembrants, zurbaranes, grecos, entre otros, y la colección de 1.181 miniaturas, al parecer de Martí, llenarían un hueco muy importante en la oferta museística de la ciudad.
El Partido Popular, por su parte, espera que el Gobierno municipal dé su versión de los hechos en la próxima Comisión de Cultura, en el mes de septiembre. Y lamenta que se vea obligado a hacerlo por la polémica, no por iniciativa propia. “Es importante diferenciar qué parte de las cosas que hay dentro del palacete son del Ayuntamiento, por ser de propiedad privada de Muñoz y Ramonet y qué otras son propiedad de otras sociedades, que no nos pertenecerían”, explicó la portavoz popular Ángeles Esteller.
La edil aseguró que el PP también quiere conocer qué medidas cautelares se tomaron en su día para evitar que las hijas, supuestamente, se llevaran buena parte de la colección que había en el palacete. En 1995, cuando el Ayuntamiento conoció por primera vez que era el beneficiario de la herencia, se creó la Fundación Muñoz y Ramonet para salvaguardar su patrimonio.
Sin embargo, hay documentadas varios movimientos de obras entre la casa de Muntaner e inmuebles de Madrid, propiedad de las herederas del industrial. De hecho, dos de las obras más valiosas, La Anunciación, de El Greco, y La aparición de la Virgen del Pilar, de Francisco de Goya, reposan en un almacén de un juzgado de Alcobendas (Madrid) tras ser decomisadas por la policía cuando estaban a punto de ser vendidas. Una de las herederas de Muñoz y Ramonet acusó a su ex marido de robarlas en 2000 de la residencia conyugal. En 1991, la colección de miniaturas fue sacada del palacete.
Desde Unitat per Barcelona (UpB), Jordi Portabella, cree que el hecho de que la colección haya sido diezmada “es consecuencia del largo litigio y de la actitud obstruccionista de la familia”, dice el líder republicano. “El Ayuntamiento tiene que exigir a la familia que cumpla el testamento y las sentencias judiciales”, agregó Portabella. Iniciativa per Cataluña, por su parte, no ofreció ayer su versión sobre el tema.
El Consistorio insiste en que se está realizando el inventario y que hasta que no lo termine no se pronunciará oficialmente. “Queremos todas las obras que había en el interior de la casa en el momento en el que falleció Julio Muñoz Ramonet”, insiste el regidor de Cultura, Jaume Ciurana (CiU).
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