Rigoberta Menchú dice que un pueblo sin memoria “repite las atrocidades”
La Nobel de la Paz llama a los jóvenes a la transformar el futuro tras fallar el sistema económico
La Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, Rigoberta Menchú, ha llamado este domingo a los jóvenes a liderar un proceso de transformación después de haber fallado, dijo, el sistema económico internacional que ha dejado a Europa con “mucha pobreza espiritual y material”. Menchú quiere transmitir a los asistentes al festival Rototom Sunsplash que se celebra en Benicàssim la necesidad de tomar conciencia de que “los problemas no son locales, sino globales”, sin diferencias entre el Norte y el Sur, según ha avanzado esta mañana.
“Hay un problema común: ha fallado un sistema económico internacional; se nos dijo que íbamos a tener mejores vidas y, al final, ¿qué estamos alcanzando? Mucho egoísmo y desigualdad”, ha manifestado ante los medios de comunicación. Menchú denunció que estamos ante una “avalancha de suicidio colectivo” y que “los jóvenes de Europa hacen lo imposible por visibilizar la crisis que estamos afrontando”. Para la guatemalteca, es imprescindible que se tome conciencia de la situación y que se actúe. Todavía puede ir a peor: “No hemos terminado de tocar fondo, la decadencia va a continuar hasta el extremo”.
Según la Nobel de la Paz, es en estos momentos límite cuando el hombre “recupera su existencia” y comienza a liderar procesos de cambio como el que se están dando en otras partes del mundo. La juventud, dijo, está llamada a asumir los retos que pueden propiciar la transformación del futuro. Y este mensaje lo pudo transmitir directamente al público del Rototom cuando, por sorpresa, se subió al escenario principal antes de la actuación de Morodo (en la noche del sábado) y dijo: “Tenéis que dedicar mucho tiempo para ser los líderes del mañana; Hay que trabajar para dar a conocer nuestras utopías”.
Ya en el foro social, y bajo el lema ‘La cultura de la paz en el siglo XXI’, Menchú habló del “papel nefasto de la cooperación internacional” en Guatemala, donde había que declararse apolítico para recibir ayudas. “Si te piden ablandar el discurso es como ponerle agua al café, nosotros no tenemos amnesia y no olvidamos, queremos pelear por la memoria”, dijo. Antes, en rueda de prensa y preguntada por los recortes de las ayudas en España a la Ley de Memoria Histórica dijo: “Lo único que tengo claro es que un pueblo que no tiene memoria repite las atrocidades”.
Como alternativa, propuso a los jóvenes del foro empezar a crear una agenda social para promover culturas de paz. “La paz no se puede hacer sin política, pero si quienes están en la política no tienen cultura, entonces debemos presionar para que se vayan tomando medidas y se plasmen en normas”, planteó.
Sobre España, afirmó que tiene “muchos problemas sociales” pero “la pobreza no es tan extrema como la que vivimos allí (en Guatemala). “Aquí hay muchas más fortalezas y debe involucrarse más a la conciencia social, los empresarios deben incluir una agenda social, tienen que mirar hacia su futuro, que es la juventud”. Menchú dio su receta para combatir la crisis: hace falta una humanización del capital, de los empresarios, de las obras, de los funcionarios públicos… No quiso hablar de utopías. “Soy una persona menos utópica que antes, ahora veo la utopía pero también la realidad, y hay un abismo”, dijo.
La Nobel de la Paz cerró su discurso en el festival declarando estar ya cansada de abrir brechas: “Lo más importante es tener una vida útil yo creo que la mía lo ha sido, es y lo será, ahora voy a descansar y a escribir”.
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