Jardines de verano escritos en verso
Flamenco, teatro, bolero y ópera son algunos de los géneros que se presentan en los Sabatini
“En nuestra sociedad aún tenemos pudor de hablar de sexo. Nos da pudor y risa hablar como lo hacían Góngora, Lope de Vega o Quevedo”. La actriz María José Goyanes tiene la firme convicción de que, pese a los tiempos que corren, todavía quedan muchos tabús. Pero hay que deshacerse de ellos. Y es precisamente eso, perder la vergüenza y cambiarla por sonrisas, lo que se ha propuesto el festival Los veranos de la Villa, que presenta cuatro noches temáticas de algunos de los géneros más representativos de las artes.
El flamenco de Carmen Linares (día 9) y Tomatito (día 10), los boleros de Café Quijano, el cine con Pilar Jurado, la maestría del Ballet de Moscú, junto con el teatro de Goyanes son los seleccionados para cerrar el verano, en los jardines Sabatini del Palacio Real, desde este martes hasta el 31 de agosto, a partir de las diez de la noche (ver programa completo en http://veranosdelavilla.esmadrid.com)
El primero en abrir el telón es el teatro, que pondrá en escena De amor y lujuria (hoy a las 22.00), la obra dirigida y protagonizada por Goyanes. La representación recoge textos eróticos de distintos poetas clásicos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo y más “contemporáneos” como Samaniego. En la función prima el humor, apunta Goyanes, por lo que la primera reacción del público es reírse aunque puede que “alguno se ruborice a posteriori”, declara. La actriz recita los poemas, junto a los actores Emilio Gutiérrez Caba, Ramón Langa y Cristina Goyanes.
Mañana, Café Quijano presenta su último trabajo, Orígenes, en la Noche de Bolero, que marca un regreso a los orígenes de la banda, a la música que la formación escuchaba desde su infancia, influidos por sus padres y su tierra.
El séptimo arte estará presente el jueves 8, pero con una representante del mundo de la canción. “Tengo la suerte de estar en estos jardines para poder cantar las canciones que forman parte de nuestra propia vida”. La voz afortunada es la de la soprano Pilar Jurado, que interpretará algunas de las bandas sonoras más reconocidas del cine uniendo música clásica con teatro musical y jazz.
El festival intenta hacer cosas nuevas a partir de clásicos. “Lo novedoso es la lectura que da cada uno, pero respetamos la obra origipnal”, dice el director Jesús Castejón. Sobre sus espaldas cae el timón de la zarzuela La corte de faraón (13 y 25 de agosto), una opereta que se basa en una historia bíblica, y que se enmarca dentro del género “sicalíptica”, famoso por sus diálogos llenos de insinuaciones y connotaciones sexuales. “Cuando empecé este viaje me propuse hacer algo divertido”, dice Castejón remarcando que lo primordial es que la gente se divierta.
La Joven Orquesta Nacional de España, integrada en esta ocasión por 109 músicos, interpreta el viernes junto a Carmen Linares El amor Brujo de Manuel de Falla, la España de Emmanuel Chabrier y La Consagración de La Primavera de Igor Stravinsky, en conmemoración del centenario de su estreno.
Para el flamenco, Tomatito. En el espectáculo Soy Flamenco, el guitarrista sacará a relucir este sábado su sensibilidad acompañado por un nutrido grupo de músicos que ha seleccionado cuidadosamente por su afinidad con el espíritu musical gitano.
La noche de la danza cerrará el día 11 el ciclo de noches temáticas con El lago de los cisnes, obra de Tchaikovsky, el compositor más admirado de música de ballet en la tradición clásica.
Y para clausurar el ciclo de noches temáticas, la ópera. El espectáculo ¡Viva la ópera! De Gaetano Donizetti, interpretada por la Opera Cómica de Madrid (27 y 31). En este caso se trata de una comedia satírica que ridiculiza a actores, directores y empresarios mediante sus pequeñas y grandes rencillas.
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