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‘Stalkers’ valencianos

Un libro identifica los pueblos y lugares abandonados que alberga la Comunidad Valenciana

El interior de una masía abandonada del Alto Mijares
El interior de una masía abandonada del Alto Mijares

No hace falta adentrarse en Prípiat ni navegar hasta Isla Hashima para contemplar el decadente esplendor que desprende un pueblo fantasma. De Loriguilla a Bibioj, la Comunidad Valenciana está repleta de ruinas, aldeas y despoblados escondidos y cuasi olvidados. El libro Pobles valencians abandonats. La Memòria del silenci del periodista Agustì Hernàndez (Alboraya, 1977) pretende rescatar estos parajes y desvelar la pequeña historia que se oculta detrás de cada uno de ellos. La obra aporta una ventana privilegiada a nuestro pasado a partir de aquello que dejamos atrás. En palabras del autor, los pueblos abandonados son “una excusa para dar a conocer paisajes y espacios que tenemos cerca, para diluirse entre los ocres de la tierra o el azul de la tramuntana”.

El libro busca transmitir la sensación palpable de abandono que emana de ruinas y vestigios a lo largo y ancho del territorio, ignorados por el ojo del hombre entre árboles centenarios, paisajes espectaculares y viejas sendas empedradas. El autor busca dar visibilidad y revalorizar los espacios naturales valencianos que representan “identidad, cultura, medio ambiente, calidad de vida y mucho más”.

Para conseguir la financiación necesaria para su publicación, Hernández ha recurrido al micromecenazgo mediante una conocida herramienta web. Hace pocos días terminó el período de búsqueda de fondos y la obra ha conseguido sus objetivos presupuestarios con creces. Han participado como mecenas personas de diversas nacionalidades, con donaciones que van desde los 5 a los 300 euros. El objetivo ahora es “buscar el apoyo de entidades e instituciones públicas que permitan una mayor tirada y aporten mayor visibilidad al proyecto”. De hecho, ante el éxito de la iniciativa, el autor planea abrir un nuevo periodo de mecenazgo online para financiar el diseño y, si es posible, una tirada más numerosa.

Hernández destaca y promueve el espíritu colaborativo que acompaña a su obra, principalmente mediante la opinión de seguidores y fans en las redes sociales. La aportación ciudadana consiste principalmente en sugerencias y materiales gráficos únicos de esos olvidados parajes, muchas veces provenientes de viejos álbumes familiares. En la actualidad, el autor ha solicitado a los seguidores de su blog información sobre los pueblos abandonados de las comarcas centrales para continuar con su particular exploración.

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