La agenda del ‘lehendakari’

Iñigo Urkullu tiene un problema con las agendas: se le solapan los acontecimientos. En las vacaciones de Semana Santa ya se le cruzó la visita del príncipe Felipe para inaugurar las nuevas instalaciones de Petronor con un viaje de íntima celebración familiar, comprometido con anterioridad. Ahora, la reunión semanal del Euskadi Buru Batzar (EBB) le coincide con la convocatoria de una reunión del ministro de Industria, José Manuel Soria, para abordar cómo reaccionar ante la resolución de la Comisión Europea (CE) contra las ayudas a la construcción naval.

Debe confiar el lehendakari en que su ausencia a la reunión de Madrid no adquiera ahora la encendida dimensión mediática que le supuso el desgaste de dejar solo al Príncipe. Entonces, hasta se vio obligado a dedicar una rueda de prensa para detallar en profundidad los motivos personales de su ausencia. José Luis Bilbao, el diputado general de Bizkaia, tampoco acudió por estar de vacaciones, pero en este caso la tormenta amainó antes.

Ahora, en plena reacción crítica con la decisión impulsada por Joaquín Almunia se produce esta inesperada ausencia en la reunión de Madrid de un representante del Gobierno vasco, que tampoco puede cubrir la consejera Arantza Tapia, fuera del País Vasco durante toda la semana.

Urkullu se ha mostrado especialmente beligerante en la defensa del sector naval y ha activado con ahínco sus contactos para que el alcance de la resolución europea tuviera el menor impacto posible. Incluso, instó a Mariano Rajoy a que intercediera ante las autoridades europeas. Por eso se le echará muy en falta durante esta nueva reunión con Soria. ¿Resulta imprescindible su presencia en la reunión semanal del EBB? Claro, el Ministerio de Industria no ha reparado en que históricamente la dirección del PNV se reúne todos los lunes...