Navarro rechaza acudir al Parlament por el espionaje a Sánchez-Camacho

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, considera que no debe acudir al Parlament a dar explicaciones por la relación de su partido en el espionaje a Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán. Navarro entiende que esos hechos le son totalmente ajenos y que no puede aportar nada para esclarecerlos. El razonamiento del líder del PSC es que cuando en julio de 2010 se produjo el almuerzo en el restaurante La Camarga entre Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, Navarro era alcalde de Terrassa y no lideraba el PSC. “No tenía ninguna responsabilidad en el PSC”, dijo ayer Navarro, aunque en aquella época era miembro de la ejecutiva del partido.

La juez del caso Metodo 3 imputo el viernes pasado a Lluïsa Bruguer, gerente del PSC desde hace más de una década. La policía se incautó de su ordenador en el partido por orden judicial en busca de indicios o pruebas que demuestren que el PSC encargó a Método 3 el espionaje a Sánchez-Camacho. El PSC reitera que no tiene nada que ver con el espionaje y que su vinculación con Método 3 se limita a la contratación de cuatro informes sobre seguridad.

El líder del PSC cree que no puede aclarar nada porque cuando pasaron los hechos era alcalde

El Parlament acordó hace días la comparecencai del excretario de Organización del PSC y ahora diputado en el Congreso José Zaragoza y Sánchez-Camacho. Mientras, el secretario de organización de CDC, Josep Rull, anunció que pedirán la comparecencia de Navarro en el Parlament, si no lo hace a petición propia.

En sus primeras declaraciones tras la imputación de la gerente del PSC, la popular afirmó su disposición absoluta a acudir al Parlament e instó a Navarro a hacer lo propio al menos por una cuestión de coherencia. “Él voto a favor de que yo declarara en la comisión”, recordó. “¿Cuándo será? Pues cuando Convergència y Esquerra quieran”, ironizó. “Se podrán aclarar muchas cosas, como saber quién difundió la conversación”.

La senadora insistió en que su objetivo es saber quién la espió y quién tuvo interés en difundir su entrevista con Álvarez tres años después de que se produjera, e insinuó que tras esa propagación puede estar Convergència para desprestigar a quienes se oponen al proceso independentista. La popular recordó que cortes de la grabación “manipulados deliberadamente” se difundieran a través de un servidor de Estados Unidos y circularon por Twitter el 27 de junio. No lo dijo pero se refería al extracto en que presume tener un fiscal de confianza. “Es mucha casualidad que rápidamente Convergència emitiera ese día un comunicado al respecto”, dijo en referencia a la nota de CDC en la que sostenía que el PP hacía juego sucio contra el soberanismo.

"No sospecho pero CiU y Esquerra impiden la comparecencia de imputados [aludía al caso Palau y al caso Crespo] y tienen interés en que comparezcan las víctimas. Es el mundo al revés”, dijo Camacho, que deslizó no haberle sorprendido la imputación de Bruger. La popular insistió en que su intención es aclarar también el espionaje que sufrió el expresidente José Montilla, la vicepresidenta Joana Ortega y el consejero de Empresa y Empleo Felip Puig.