El PP se queda sin pista en Álava

Dos años después del inicio de su mandato, ningún grupo político atina a citar un logro del equipo de Gobierno de la Diputación de Álava, salvo el de sobrevivir. El PP, que llegó al poder en la provincia como recambio de un PNV desgastado por los escándalos que le acosaron en la anterior legislatura, como el caso De Miguel, sigue a flote en minoría con el apoyo muy matizado del PNV, que le dio oxígeno al apoyarle una norma complementaria a los presupuestos prorrogados de 2012, lo que le han proporcionado 5,6 millones extra.

Una inestabilidad que ha llevado al diputado general, Javier de Andrés, a dar virajes políticos de 180 grados, como cuando a finales de 2012 pactó con Bildu un nuevo Impuesto de Actividades Económicas, para, poco después, antes de aprobar la norma, rectificar, romper el acuerdo y dejarlo como estaba a cambio del apoyo de las cuentas del lehendakari, Iñigo Urkullu.

“Después de dos años de gobierno, la conclusión es la práctica inactividad del equipo de De Andrés. No hay ninguna iniciativa de calado que no haya sido impulsada por la oposición”, asegura el portavoz el PNV, Ramiro González. “Se presentaron a las elecciones con el eslogan de que iban a arreglarlo todo y todo ha empeorado”, asegura la portavoz del PSE, Cristina González. “De Andrés ha renunciado a liderar Álava, lo ha dejado en manos de Rajoy”, critica desde Bildu su portavoz, Gorka Ortiz de Guinea.

La oposición le critica que pese a la situación de los ayuntamientos alaveses —cinco han solicitado ya el rescate: Valdegovía, Salvatierra, el Valle de Añana, Navaridas y Laguardia—, fue la oposición la que impulsó el reparto de los fondos de las vacaciones fiscales hacia los municipios, e incluso tomó la iniciativa de un pleno monográfico para adoptar medidas de reactivación de la economía.

Gran parte de las energías del equipo de Gobierno se están centrando en cuadrar el agujero económico que según citan desde el grupo juntero popular “heredamos del PNV por las vacaciones fiscales, y lo que gastaron de Rover. Un desfase presupuestario debido a que incluyeron ingresos que jamás llegaron y por la deuda de los ayuntamientos que fueron acumulando sin reclamar”, precisan. “Pero de parálisis nada”, asegura su portavoz, Ana Morales.

La Diputación apuesta por un modelo de racionalización de la administración local, en línea con lo que está proponiendo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desde Madrid, e impulsa un nuevo modelo de financiación a las entidades locales.

“De Andrés no ha dado ningún volantazo ni criticado las reformas de Rajoy, y ha hecho seguidismo con una política de recortes que está resultando nefasta en la provincia”, critica Nerea Gálvez, de EB, quien puntualiza que ese demérito no es solo del PP. “PNV y PP se han repartido la diputación en las últimas legislaturas y a ellos es atribuible el problema de Garoña o el del aeropuerto, y parcialmente el de la falta de recursos, no sólo al PP”, precisa.

Del presupuesto de 2012 al prorrogado de 2013 hay recortes para ajustarse al déficit, y adaptarse a la senda descendente de la recaudación, en línea con la mala marcha de la economía. “Hay recortes en formación, innovación, fomento del empleo, dependencia y prácticamente van a fiar la inversión al dinero extra que van a conseguir gracias a la flexibilización del déficit”, explica Cristina González.

El acuerdo interinstitucional —Gobierno vasco y las tres diputaciones— va a alumbrar un plan de inversiones que De Andrés intenta pactar con la oposición. “Estamos tratando de consensuarlo en un ejercicio de diálogo, cintura política y mano tendida con espíritu constructivo”, precisa Morales. El plan supondrá una inyección de 9,5 millones de euros.

La llegada del PNV en minoría a Ajuria Enea, alumbró una alianza de partidos en dificultades. PNV y PP se ampararon en la necesaria estabilidad institucional y buscaron una alianza en Bizkaia y Álava. El PNV se abstuvo en el proyecto de presupuestos del PP alavés para 2013, pero después le echó una mano con la norma complementaria.

De esos 5,6 millones, 542.000 euros irán destinados a dotar de equipamientos a la residencia de Abetxuko, 450.000 euros para la lucha contra el fraude fiscal, y 100.000 euros, entre otros, para la conversión del albergue Carlos Abaitua en un centro para la atención de niños con discapacidad, además de 390.000 euros para diversos proyectos relacionados con el medio ambiente.

“Hay 28.000 parados en la provincia, y era importante dotar de una herramienta a la provincia, sobre todo garantizar el bienestar de los ciudadanos”, argumenta Ramiro González, quien a la vista de la gestión que está haciendo el PP estima que aprobar el presupuesto de 2014 será tremendamente complicado. “El PP no nos da ninguna confianza”, asegura el PNV.

“Hay acuerdos de inversiones adoptados en Juntas que el Gobierno foral no está cumpliendo”, critica la portavoz socialista: “Y no pueden continuar así, sin actuar dentro y sin capacidad de influencia fuera”.

Lo cierto es que un escenario teóricamente bueno para el PP y la provincia, ha acabado por ser especialmente controvertido. El PP alavés tiene a su presidente, Alfonso Alonso, como portavoz en el Congreso del poderoso grupo del Gobierno, y es precisamente en esa coyuntura cuando en vez de fomentar inversiones, se ha producido el cierre diurno del aeropuerto de Foronda —el mayor de los recortes de la red de AENA—, se ha reabierto el debate de la central nuclear de Santa María de Garoña, y el IVA ha experimentado su mayor subida. “Están haciendo gala de un conformismo difícilmente explicable, de todo lo que viene de Madrid y no están atendiendo los intereses de los alaveses”, critica con dureza el portavoz del PNV, Ramiro González.

“El diputado general ha preferido escuchar a Rajoy antes que a los ciudadanos alaveses en todos esos temas de alcance, como el fracking, Foronda o Garoña”, explica el portavoz de Bildu, Gorka Ortiz de Guinea. “La oposición está presentando más propuestas de norma que el equipo de Gobierno, y las consecuencias de esa renuncia al liderazgo las estamos pagando todos”, dice.

Para Nerea Gálvez es difícil entender cómo es posible tener un diputado general “tan estático, tan dócil y que asume cualquier injerencia sin inmutarse. En los temas de fiscalidad está siguiendo al dedillo a la Diputación de Bizkaia y en todos los demás escucha a Mariano Rajoy”, critica la portavoz de EB.