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Sortu sitúa al Gobierno en una postura de involución con respecto a la paz

Pernando Barrena denuncia que "ahora se plantean meter la marcha atrás a toda velocidad"

Pernando Barrena, durante el acto político celebrado en Santurtzi.
Pernando Barrena, durante el acto político celebrado en Santurtzi.Luis Tejido (EFE)

El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, ha considerado que el PP y el Gobierno están en una posición "de involución" respecto a la pacificación y normalización de Euskadi, buscando que "este país vuelva a la situación anterior a octubre de 2011", cuando ETA anunció el fin de su actividad.

En un acto político en Santurtzi (Bizkaia), el dirigente de la izquierda abertzale ha señalado que el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy "no sólo quieren el bloqueo del proceso paz y normalización política, sino que ya están en la posición de involución".

Según ha acusado, tras casi dos años del fin de la actividad de ETA "haciendo labor de contención, ahora se plantean meter la marcha atrás a toda velocidad" y "como están buscando que este país vuelva a la situación anterior a octubre de 2011, porque políticamente les era infinitamente más rentable, siguen aplicando leyes de excepción".

A su juicio, por eso "llegan" en octubre los juicios por el denominado caso de las herriko taberna y contra 40 supuestos miembros de Segi y se mantiene la aplicación de una política penitenciaria "criminal contra los presos políticos vascos".

El dirigente de Sortu ha señalado que "se acabó la fase de los bloqueos y las excusas" ya que la voluntad de la sociedad vasca en favor del "proceso de paz" y "el derecho a decidir" no puede ser "boicoteada".

Barrena también ha señalado que es responsabilidad de las instituciones de Euskadi "hacer valer esa voluntad mayoritaria por medio de acuerdos democráticos que planten cara a los enemigos de la paz y de los intereses de la clase trabajadora".

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El dirigente abertzale ha indicado que "el Estado español no tiene oferta política alguna para las naciones" en su seno. A su juicio, se trata de "un Estado al que le revientan las costuras porque los vascos y los catalanes nos vamos".

"Es un Estado -ha añadido- que ha hecho de la corrupción una manera de gobierno o más bien de desgobierno" y que en lo económico "condena a los trabajadores a la miseria más absoluta".

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