La Torre de los Lujanes, en apuros
Nuevas y viejas heridas agrietan la veterana atalaya, más de 500 años en pie Erigido en torno a 1470, es el edificio civil más antiguo de Madrid Educación destina 305.000 euros para restaurarla a partir de diciembre
La Torre de los Lujanes, la construcción civil más veterana de Madrid que se yergue, hoy en la Plaza de la Villa, desde hace más de 500 años, afronta problemas básicos. Sus muros presentan grietas alineadas sobre todo en el frontal esquinero de la calle del Codo. Llagas nuevas, más otras antiguas reabiertas o mal cerradas, proyectan inquietud sobre la medieval atalaya. El Ministerio de Educación se propone rehabilitarla con un presupuesto de 305.000 euros a partir de diciembre. Pero algunos arquitectos temen que, para entonces, la rehabilitación pueda llegar demasiado tarde.
El problema grave está en su base. El arco de herradura árabe, único en Madrid, que jalona la puerta lateral del edificio que da entrada a la sede de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, por la calle del Codo, muestra sus grandes dovelas centrales con su caliza muy severamente fragmentadas. Varias rajas de profunda hendidura las surcan mientras las jambas, por su base, presentan hondas dentelladas por la erosión que la piedra sufre en Madrid. Fuentes de la sociedad matritense confirman que hace menos de un año tuvieron que rebajar el suelo de la puerta por la presión mural que soportaba.
Erigido en torno a 1470, es el edificio civil más antiguo de Madrid
Las dovelas se han desplazado hacia abajo peligrosamente y una de ellas presiona ya, fuertemente, un mamelón de hierro de los que tachonan la histórica puerta, de medio palmo de varón adulto de espesor, por la que se accede a la sociedad matritense. La punta férrea pugna con la roca, que tiñe ya de blanco su oscuro quicio metálico. Todo ello indica que el corrimiento de la dovela no es puntual, leve, sino estructural, grave, y que la presión viene de arriba, de la propia torre. Tales dolencias estructurales son fruto de la edad de la torre, de anteriores intervenciones y, probablemente, del impacto del agua en la cimentación. Las grietas dan que pensar.
Habitualmente se cree que Madrid es un territorio sísmicamente estable. Pero cabe recordar que, en el mes de agosto de 2007, un movimiento telúrico de intensidad de 5,1 en la escala de Richter estuvo a punto de derribar el campanario del convento de las Comendadoras de Santiago, edificado en 1667.
Según el historiador Francisco Marín Perellón, la torre perteneció a Fernando y Diego de Luján, linaje de gran raigambre en Madrid. El edificio es compartido hoy por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que desde 1858 ocupa sus mayores estancias, con una fachada sellada por tres escudos heráldicos que datan de 1470, así como por la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. En el interior de la torre se respira historicidad, veteranía y memoria. Se asegura que fue el primer lugar donde quedara preso Francisco I, rey de Francia, tras su captura por Juan de Urbieta en la batalla de Pavía, en 1525.
El compositor e inmortal músico madrileño Federico Chueca nació en esta torre, restaurada en clave neogótica por Francisco Jareño en 1878— la dotó de almenas de escayola forradas de cartón— y en 1930 por Pedro Muguruza, quien recobró sus forjados y pureza originales. Con distinta fortuna rehabilitaron el edificio Amalia Castro Rial, en 1980, y Fernando Chueca Goitia años después.
Educación destina 305.000 euros para restaurarla a partir de diciembre
El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado martes la convocatoria para el contrato de ejecución de las obras de restauración de la Torre, que cuenta con un presupuesto de 305.954,56 euros. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos, sufraga la intervención, que se propone “resolver deterioros y carencias observadas en la construcción, como grietas, humedades, desprendimiento de elementos, entre otros aspectos, que comprometen la seguridad de los viandantes”. Y añade: “Se actuará sobre la parte superior de la torre para dotarla de la misma dignidad y capacidad de uso que tienen las partes inferiores de la misma”, establece el comunicado, que no hace referencia alguna a la cimentación. La Gerencia encomienda la coordinación del proyecto a José Gaudencio Pérez Pinto y Javier Elvira Sanjulián. Las empresas restauradoras podrán presentar sus proposiciones hasta el 28 de agosto.
La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, tras destacar un técnico a la torre, se da por satisfecha por los pasos dados para la futura rehabilitación, cuya apertura de ofertas se realizará el 10 de octubre. Se prevé que las obras comiencen antes de diciembre y que concluyan al finalizar el primer semestre de 2014. “Ójala la actuación no resulte demasiado tardía”, teme un arquitecto experto en rehabilitación.
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