Declaran culpable al acusado de asesinar a su exmujer mientras dormía

Un jurado popular en la Audiencia de Tarragona ha declarado este martes a Amir Simplicio De Souza, un brasileño de 55 años, culpable de asesinar a su exmujer mientras dormía en enero de 2012. La víctima, Maria Rosa Monné, de 41 años y nacionalidad española, trabajaba de conserje en una escuela del barrio del Serrallo de Tarragona y había decidido separarse de él dos meses antes.

El jurado consideró probado por una amplia mayoría que De Souza accedió durante la madrugada del 8 de enero, con un juego de llaves que poseía, al interior del domicilio de su expareja, ubicado en un sexto piso del número 30 de la calle Caputxins. La mujer se encontraba sola, durmiendo, y el acusado le asestó diversas puñaladas y cortes mortales sin que ella tuviera posibilidad de defenderse, según el jurado, quienes han emitido este veredicto porque la cerradura de la casa no estaba forzada.

Accedió de madrugada al inmueble con un juego de llaves que tenía guardado después de separarse

También por la ausencia de ADN en las uñas de la víctima así como por la postura con la que hallaron a mediodía del día siguiente los servicios de emergencia. El jurado también se valió de las declaraciones durante el juicio de familiares y allegados de la víctima, quien tenía dos hijos de una relación anterior, los cuales manifestaron “el carácter machista” del hombre, además de sus declaraciones en diversas conversaciones. Por ejemplo, según recordó ayer el jurado, De Souza habría afirmado refiriéndose a la fallecida que “si se ponía más guapa la encerraría en casa”, o que “en su país no era normal que una mujer se fuera con un hombre a tomar algo, que le hacían pum pum”. En otra ocasión el acusado se puso de rodillas en el portal del edificio en donde residía Monné para implorarle retomar la relación, manifestó la hija de la víctima. De Souza, según una conocida, le espetó a Monné que “algo malo le íba pasar” solo una semana antes de ser asesinada.

El matrimonio se habría separado tras cuatro años casados cuando la mujer descubrió que su pareja proporcionaba drogas, en concreto marihuana, a su hijo. Este, en la actualidad tiene 23 años y padece problemas psíquicos ocasionados por el consumo de estas substancias. Precisamente en la fecha del crimen, el hijo y De Souza estaban pasando el fin de semana juntos en un piso del barrio de Torreforta, donde residía el presunto homicida. El joven declaró tras el suceso haber escuchado el rugido del coche de su padrastro de madrugada.

Se separaron porque la mujer le vio pasando drogas a su hijo, al cual también intentó incriminar el acusado

El acusado, sin embargo, el 25 de junio durante su declaración en el juicio aseguró no tener copia de las llaves de la casa de su exmujer a pesar de que esporádicamente realizaba en el edificio tareas de limpieza. El hombre también trató de incriminar al hijo de la víctima afirmando que el chico era “agresivo” y sabía conducir aunque no tenía carnet. De Souza, después el crimen, fue localizado con una fotocopia del DNI de la fallecida, la partida de nacimiento y el Libro de Familia de la víctima, así como 930 euros porque tenía pensado "ir a Brasil a resolver un problema". Según afirmaron varios testigos durante el juicio, había solicitado una pensión a Monné tras romperse la relación.

La Fiscalía solicitó 20 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato con alevosía. A esta petición se adhirieron las acusaciones particulares. El Ministerio Fiscal también pidió la prohibición de comunicarse durante 25 años con los dos hijos de la víctima así como a indemnizarlos con 150.000 euros a cada uno de ellos. La defensa anunció la interposición de un recurso a la sentencia.