Sola, “encantado” en Ibaigane tras despedirse de la afición de Osasuna

En plenas fiestas de San Fermín, el delantero navarro Kike Sola ha sido presentado como nuevo jugador del Athletic, en la sede de Ibaigane. El futbolista se ha mostrado encantado de volver a la entidad, a la que ya perteneció en las categorías inferiores antes de decidir su marcha. Eso sí, Sola también ha querido despedirse este lunes de Osasuna, equipo en el que ha militado las últimas nueve temporadas, y ha agradecido todo el apoyo a una afición rojilla'a la que espera dejar "un buen sabor de boca".

El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, ha acompañado este mediodía al nuevo jugador del Athletic durante la presentación. De esta manera, el club bilbaíno alarga la denominada operación retorno en la que se ha embarcado esta temporada. A la incorporación de Sola se han unido el entrenador, Ernesto Valverde, así como los defensas Mikel Balentziaga y Xabier Etxeita y el centrocampista Beñat Etxebarria.

En esta ocasión, la marcha al Athletic de un jugador de Osasuna no se ha visto rodeado de polémica alguna. Hasta ahora, la tradicional rivalidad entre ambas canteras había topado con fuertes reticencias en casos como lo de Iker Muniain, Tiko o Javi Martínez, entre otros. La salida de Sola, adelantada incluso por el propio club navarro que se ha embolsado cuatro millones por la rescisión, ha pasado desapercibida.

Al irse, Sola ha querido "darle las gracias al club por todo lo que ha confiado en mí y por todo lo que me ha apoyado. He intentado devolvérselo con trabajo y humildad, como soy yo, de una forma natural. La afición es magnífica y espero que haya dejado en ella un buen sabor de boca. Creo que todas las personas que me conocen entienden esta decisión, porque además creo que es un acuerdo bueno para las tres partes", afirmó Kike Sola en rueda de prensa.

Además, en la despedida, Kike Sola comentó cuáles han sido sus mejores momentos vistiendo la camiseta de Osasuna. "Lo mejor son los goles en el Sadar. Son segundos de subidón en los que se produce un vínculo muy fuerte entre afición y jugador que no se puede describir", dijo. "Todos los goles son especiales, pero, sin duda, me quedo con el gol que supuso hace dos años el empate a dos ante el Zaragoza. De los momentos malos, de lo peor, no me llevo nada nada. Me llevo todo bueno. No me puedo guardar nada malo, porque no me lo han dado", concluyó.