Metro de Madrid llama a los usuarios a hacer un uso “cívico” de sus instalaciones

Metro de Madrid quiere fomentar el uso "responsable" de sus instalaciones por parte de los usuarios. Para ello, ha lanzado una campaña en la red social Twitter bajo el hashtag o etiqueta #viajarenmetro. A partir de mañana, enviarán en plena hora punta varios mensajes para recordar algunas normas de convivencia básica como respetar el uso de los asientos reservados, moderar el volumen de la voz al hablar por el móvil, tener en cuenta también el volumen de la música o utilizar las papeleras.

"Son pequeños gestos que pueden hacer la vida más cómoda a todos y que no requieren gran esfuerzo", ha afirmado en el acto de presentación de la campaña Borja Carabante, viceconsejero de Transportes de la Comunidad de Madrid. Asimismo, Carabante ha recalcado que esta acción surge "a raíz de las peticiones de los propios usuarios de la red de metro" que, en ocasiones, piden un comportamiento "más cívico por parte del resto de viajeros".

Metro mandará los tuits en días alternos a las ocho de la mañana. En la actualidad, la cuenta de Twitter de Metro de Madrid tiene más de 26.300 seguidores y recibe cerca de 200 interacciones cada día. Aunque todavía no hay mensajes oficiales, los tuiteros ya han comenzado a utilizar la etiqueta.

Muchos de los mensajes piden una mejora en las instalaciones de la red de metro. Uno de ellos, Rubén Marcos, tuitea: "Si viajas en @metro_madrid no te hará falta ir al gimnasio con tantas escaleras mecánicas averiadas #viajarenmetro". Emilio Luna‏, por su parte, se lamenta: "Con lo que ha subido el metro en Madrid había cambiado el Mac #viajarenMetro". En cambio, otros viajeros como Martina Ruiz sí han valorado el servicio que presta el suburbano madrileño: "Cuando tienes prisa, ni taxi, ni autobús, lo más rápido es #viajarenmetro de Madrid".

No es la primera vez que una campaña de Metro de Madrid tiene un efecto boomerang contra la propia institución. En diciembre de 2011, una acción publicitaria que, bajo el epígrafe Más por menos, comparaba el precio del billete y los kilómetros de distintas redes europeas, provocó la ira de muchos de sus usuarios que pidieron la retirada inmediata de la campaña. Cuatro meses antes, el metropolitano de la capital había subido un 50% el coste del billete sencillo.