Unió y Convergència firman el enésimo armisticio con la ausencia de Duran

Unió Democràtica de Catalunya cerró ayer la enésima crisis de este año con sus socios de Convergència. Lo hizo sin que diera la cara Josep Antoni Duran Lleida, protagonista de la última polémica a raíz de sus declaraciones críticas con Esquerra Republicana y el proceso soberanista. La dirección de Unió se reunió sin Duran, ausente por “motivos personales”, y acordó poner sordina a las peticiones surgidas del entorno del propio líder en el sentido de que éste abandonara la secretaría general de CiU por las críticas de la cúpula de Convergència. El líder democristiano no solo se mantendrá en el cargo, sino que, según su partido, continuará expresándose con la misma liberad que hasta la fecha.

Unió intentó dar la máxima trascendencia a la decisión de su cúpula. Ésta compareció en pleno ante los medios de comunicación, encabezados por el presidente del Consejo Nacional del partido, Ramon Espadaler, y el secretario general del partido, Josep Maria Pelegrí. El primero fue el encargado de transmitir que la dirección del partido había decidido por unanimidad pedir a Duran que no deje el cargo en la federación para no generar “inestabilidad”.

UDC dio por cerrada así la polémica en aras de que CiU tenga el “papel” central en Cataluña para salir de la crisis y seguir adelante con el proceso de la consulta. Espadaler también esgrimió que el presidente de CiU, Artur Mas, expresó su “confianza” y “sintonía” con Duran y, además, ambos socios de federación tienen un “proyecto político compartido” que se resume en su acuerdo de gobernabilidad con Esquerra Republicana.

Esquerra Republicana pide que la carta de Mas a Rajoy se envíe a estamentos internacionales

Unió y Convergència cerraron la polémica a base de dejar claro ambos partidos que la consulta de autodeterminación de Cataluña debe celebrarse en 2014. El consejero catalán de la Presidencia, Francesc Homs, aseguró ayer que la fecha concreta debería acordarse a finales de este año o a comienzos del próximo. Espadaler también se refirió a la fecha de 2014 en su comparecencia pese a que Unió nunca ha sido partidaria de poner plazos concretos para el referéndum.

Convergència no ha dado demasiada importancia a la última crisis, ya que los cuadros del partido la han entendido más como una gesticulación de Duran que como un riesgo real de ruptura. El partido nacionalista celebró la permanencia de Duran y confió en que el democristiano sea fiel al proceso soberanista. “Unió ha hecho este fin de semana dos cosas relevantes: el compromiso inequívoco con el derecho a decidir y que el mismo Duran ha dicho que la consulta será en el 2014”, valoró el secretario de organización de CDC, Josep Rull.

El socio de CiU, Esquerra, no quiere que los vaivenes en la federación afecten al proceso soberanista. Por ello ayer ERC emplazó a seguir trabajando para la consulta y a ganar complicidades internacionales. La portavoz, Anna Simó, reclamó que la misiva que Mas enviará al presidente Mariano Rajoy pidiéndole permiso para la votación sea remitida a los principales organismos internacionales.