La Generalitat desahucia a un equipo de baloncesto por deber 22.000 euros
El Consell exige al Lucentum que abandone el Centro de Tecnificación de Alicante
Las malas noticias persiguen al Baloncesto Luceumtum. El equipo que logró poder jugar en la Liga ACB la próxima temporada, pero no lo podrá hacer porque no ha logrado reunir el dinero suficiente para poder competir, se enfrenta ahora a una orden de desahucio por parte del Consell, que preside Alberto Fabra, por una deuda de 22.000 euros.
La Generalitat, mediante una carta firmada por el director general de Deportes, Mateo Castellá, exige al Baloncesto Lucentum a abandonar las dependencias del Centro de Tecnificación de Alicante y amenaza con retirar algunas gradas. El motivo no es otro que una deuda de 22.000 euros.
Fuentes del Lucentum han confirmado a Efe que la carta llegó el 19 de junio, y explican que la Generalitat es la propietaria de la instalación.
En la misiva se solicita al Lucentum que retire "todo el material de que disponen en el Centro, tanto en las oficinas como en los almacenes y otras dependencias", así como también los elementos publicitarios.
La carta advierte de que si el club no procede a cumplir con esta petición, serán los empleados del Centro de Tecnificación los que procederán al almacenaje, a la vez que da un mes de margen para llevar a cabo estos trabajos.
En la carta, se apunta que "durante el próximo mes de julio se va a proceder al desmontaje de las gradas de pista, por lo que no estarán montadas para la temporada 2013-14" con el fin de "poder explotar el espacio de la pista central para otras actividades que requieren unas mayores dimensiones".
También se le exige al club el pago de una deuda próxima a los 22.000 euros para poder usar el Centro de Tecnificación durante la próxima temporada, correspondiente al pago mensual de 2.799 euros que debía haber satisfecho la entidad desde el mes de noviembre de 2012.
Por otro lado, mañana se celebrará una nueva reunión del consejo de administración del Lucentum para analizar el futuro de la entidad alicantina que no ha podido ratificar en los despachos el ascenso a la Liga ACB logrado deportivamente.
En su última reunión, que tuvo lugar el 19 de junio, el consejo de administración confirmó la pervivencia de la entidad pese a no poder jugar en la máxima categoría por cuestiones económicas, aunque no dejó claro en qué categoría se inscribirá al equipo.
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