El número de solicitudes de asilo baja un 20% en Valencia en 2012

El teléfono móvil de Silva, siria de 34 años, reproduce una ráfaga de disparos que suena muy cerca. La grabó en el interior de su casa, en un barrio cristiano de Alepo (Siria) en agosto del año pasado. Llegó a Valencia hace seis meses con su hijo de dos años y sorprende el amplio vocabulario sobre material bélico que maneja pese a su sucinto castellano. Su marido, Valtar (38 años), lleva desde el año 2000 en España y estaba desesperado por rescatarles: “Cuando hablábamos por teléfono ella no me lo contaba, pero en Alepo nuestro hijo de dos años se golpeaba la cabeza contra la pared”.

El número de solicitudes de asilo en Europa no para de aumentar, pero España registró en 2012 el número más bajo de los últimos 25 años, según el informe que presentó ayer en Valencia la Comissió d'Ajuda al Refugiat (Cear). Valencia recibió el año pasado un total de 151 solicitudes de asilo, un 20% menos que en 2011, situándose como la cuarta provincia española con más demanda, por detrás de Madrid, Barcelona y Ceuta. La Cear asegura que la crisis no es la responsable de estos datos, sino una política migratoria de “bloqueo y externalización de fronteras” y ha convertido a España, Italia o Grecia en “los gendarmes de Europa” porque desplazan la presión a los países de origen para evitar que los emigrantes salgan. Siria es el país del que más refugiados han salido en 2012.

Silva y Valtar no dan sus nombres reales porque les aterra pensar en ser reconocidos. “Ruido, no dormir y mucho miedo”, así describe Silva su vida en Alepo, sitiada en su propia casa por francotiradores que abaten a vecinos, según cuenta, por ser cristianos. La solicitud de asilo por motivos religiosos, políticos, de etnia o de orientación sexual solo puede realizarse una vez se ha llegado a los países receptores. Para ello, los inmigrantes no dudan en utilizar cualquier método.

En 2012 llegaron al puerto de Valencia siete polizones en tres buques, según la Cear. Jaume Durà, abogado de la asociación, explica que solo uno de ellos consiguió solicitar el asilo porque los demás, tras pasar pruebas médicas, fueron devueltos a los barcos en los que huían de sus países.

Según los datos de la Cear, en 2012 solo pidió asilo el 2% de las 1.205 personas que fueron internadas en el CIE de Zapadores. Daniel Sanjuán, abogado de la Cear, explica que el 20% de los inmigrantes que pasan por el CIE tendría derecho a solicitar protección internacional y asegura que esto no ocurre por “falta de información y asistencia”. Zapadores, según Sanjuan, no dispone de gabinete de asistencia jurídica pese a que en otros centros de internamiento, como el de Madrid, sí lo hay. Desde la asociación reclaman que el Ministerio del Interior permita establecer dicho gabinete para el cual ofrecen incluso abogados que trabajarían de forma gratuita.