La Cámara estima en 4.000 millones la deuda del Estado en infraestructuras
La entidad prevé que la economía catalana solo crezca el 0,2% el año que viene El gasto no financiero de la Generalitat descendió el 13% hasta el mes de abril Miquel Valls pide que se deje espacio a las medidas de estímulo a la actividad productiva
La economía catalana está empezando a encontrar el suelo sobre el que recomponerse, pero no se atisba todavía un punto de inflexión que señale la vuelta al crecimiento. Esa es la conclusión que arrojan las perspectivas económicas que esta mañana ha presentado la Cámara de Comercio de Barcelona, que indican que este año el Producto Interior Bruto (PIB) retrocederá el 1,2%, mientras que el año que viene solo crecerá el 0,2%. El presidente de la institución cameral, Miquel Valls, ha advertido de que si bien "a finales de 2013" se estabilizará la evolución del PIB, esta dependerá también del objetivo de déficit que se acabe fijando a las comunidades autónomas y del ritmo de ajuste del gasto. Valls ha instado al Gobierno central, además, a abonar la deuda de 3.974 millones de euros pendiente en infraestructuras de acuerdo con la Disposición Adicional Tercera del Estatut.
La Cámara de Comercio considera que "lo peor" de la recesión fue el último trimestre del año pasado, cuando la economía descendió el 0,7%. La institución ve algunos signos de estabilización: la producción industrial sigue cayendo, pero hasta abril lo hizo el 0,3%, lo cual supuso una notable mejora respecto a 2012; la afiliación a la Seguridad Social lleva creciendo desde febrero, y aunque el mes de abril fue malo por el efecto Semana Santa (este año fue en marzo), se prevé que el sector turístico siga creciendo. Por contra, las exportaciones cayeron el 2,8% el primer trimestre, aunque el director de Estudios de la Cámara, Joan Ramon Rovira, ha considerado que el dato puede ser "puntual" y puede mejorar si se recupera el comercio mundial.
Para el año que viene, la Cámara prevé que la agricultura crezca el 3,2%, la industria se recupere a un ritmo del 2,6% y los servicios lo hagan el 0,6%. Aun así, el consumo seguirá hundiéndose, lo cual va a lastrar una recuperación que de momento todavía no se ve cercana. "En la producción industrial, por ejemplo, se frena la caída pero no se ve el cambio de tendencia claro", ha sostenido Valls.
La institución también ha examinado la política presupuestaria de las Administraciones para advertir de que mientras la Generalitat redujo el gasto no financiero el 13% durante los cuatro primeros meses del año, la Administración central del Estado incrementó su dispendio el 10%. "Pedimos al Estado que no exija más esfuerzo de austeridad a las comunidades del que él está dispuesto a hacer", ha advertido Valls, quien ha vuelto a reclamar un objetivo de déficit para Cataluña del 2,2%. La Cámara considera que una meta inferior no permitiría realizar políticas de estímulo que, en su opinión, deben hallar espacio tras varios años de austeridad.
La Cámara también ha reclamado al Gobierno central que cumpla con los compromisos adquiridos a raíz de la Disposición Adicional Tercera del Estatut, que prevé que la inversión del Estado en Cataluña debe ser equivalente al peso económico de la comunidad en el conjunto de España, del 18,6% del PIB aproximadamente. Los incumplimientos de esa norma, según la Cámara, ascienden ya a 3.974 millones de euros, equivalentes al 2% del PIB catalán. Esa cantidad corresponde a los ejercicios ya liquidados de 2007, 2008 y 2009 (de los que se arrastra una deuda de 971 millones), la estimación para 2010 y 2011 (1.263 millones) y los cálculos para 2012 y 2013 a partir de los Presupuestos (1.740 millones).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.