Maeztu rechaza comparaciones con Chamizo y esgrime su propio estilo
El Parlamento elige por 103 votos a favor y uno en blanco al nuevo defensor
Ciento tres votos a favor y uno en blanco. Ese es el capital político que le entregó este miércoles el pleno del Parlamento a Jesús Maeztu al ser elegido defensor del pueblo andaluz en sustitución del carismático y singular José Chamizo. El nuevo defensor tomará posesión del cargo la semana próxima, pero ya desde ayer dejó claro que no admitirá comparaciones con su antecesor —quien moldeó a su semejanza una oficina que ha dirigido durante 17 años— y que tiene su “propio estilo”.
El acuerdo político sobre el relevo en el defensor ha sido extraordinariamente rápido. Tanto PP como PSOE estaban de acuerdo en poner fin al largo mandato del sacerdote gaditano y tardaron menos de 24 horas en pactar el nombre de Maeztu con el visto bueno de Izquierda Unida, socio de los socialistas en el Gobierno autónomo.
La votación en el Parlamento fue secreta, como todas las que afectan a los cargos de designación parlamentaria. Votaron 104 de los 109 diputados —faltaron el líder del PP, Juan Ignacio Zoido, y el de la CUT y diputado de Izquierda Unida, Juan Manuel Sánchez Gordillo— y tan solo uno escogió la papeleta blanca. “Eso es empezar bien”, dijo pocos minutos después de la votación Jesús Maeztu, quien agradeció que “haya uno que no se sume a la totalidad”.
Maeztu dio pocas explicaciones sobre las prioridades de su nuevo cometido hasta no tomar posesión y comparecer de nuevo en el Parlamento. Pero insistió mucho en que “comienza una senda nueva”, con su propio sello y que actuará de manera equilibrada, clara e “imparcial”.
Maeztu ya ha mantenido una conversación “distendida y larga” con Chamizo, de quien realzó su “trabajo inmejorable”. Vuelve a una casa en la que ya estuvo como adjunto y en la que durante un año (1995-1996) ejerció como defensor del pueblo de manera interina.
A punto de cumplir 70 años, Maeztu dijo que estará durante los cinco años de mandato ya que aspirar a más “comprometería gravemente la edad y la familia”. Sobre su familia se le preguntó ayer. Maeztu está casado con Juana Gomar, secretaria general técnica de la Agencia Andaluza de la Dependencia, un área de donde proceden muchas de las quejas que llegan a la Ofician del Defensor del Pueblo. Explicó que su esposa es funcionaria de la Junta de Andalucía desde hace más de 30 años y que “está fuera del campo de las resoluciones” de la Consejería de Salud y Bienestar Social. Maeztu dijo que se inhibirá en el “caso hipotético” de que Gomar interviniera en alguna cuestión de la que él tenga que informar.
Maeztu no aclaró de qué forma cumplirá con la obligatoria norma de la paridad en el nombramiento de los adjuntos. Al eliminar el cargo que correspondía al PA, que no tiene representación parlamentaria, se plantea la duda de si la paridad afecta a los tres adjuntos o si se cuenta también a esos efectos al propio cargo del defensor. “La mujer tiene que estar”, dijo Maeztu.
Este hablará con los grupos parlamentarios para que hagan propuestas de nombramientos que permitan un equipo “cohesionado”.
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