El cabreo de Griñán
El daño está hecho porque la subida de las dietas se hizo de tapadillo, justo cuando el Gobierno andaluz ultimaba su Ley de Transparencia
Hace unos días, una aguerrida contertulia televisiva de la derecha me interrumpió en Las mañanas de Cuatro cuando comenté la escandalosa acumulación de sueldos entre los altos dirigentes del PP. Por ejemplo, de Alicia Sánchez Camacho, que acumula la friolera de 180.000 euros al año.
La contertulia me interrumpió: “¡Igual que Griñán, igual que Griñán!”. Y dándose golpecitos en la mejilla, añadió: “Mucha cara, mucha cara…”
Da igual que el sueldo del presidente andaluz, uno solo, sea de 68.981 euros. La derecha más cínica pretende instalar en la opinión pública la idea de que todos los políticos son iguales. Que todos reciben dinero extra de manera poco transparente.
La belicosa contertulia dio a entender que en todos los partidos hay sobresueldos. Pero ni ella ni quienes siguen la consigna del "todos son iguales" han aportado prueba alguna. Sencillamente porque, por lo sabido hasta hoy, no los cobran.
Es más, en los partidos de izquierda los dirigentes entregan parte de su sueldo a la organización. Cayo Lara, por ejemplo, afirma que cede a IU una tercera parte de los 4.500 euros mensuales que percibe como diputado. Cantidades parecidas entregan los dirigentes del PSOE.
Los papeles de Bárcenas han probado que, durante las últimas dos décadas, dirigentes del PP han recibido importantes cantidades de dinero en concepto de complementos y gastos de representación.
Aznar, Rajoy, Cascos, Arenas, Rato, Mato… todos se embolsaron dinero del partido, además del sueldo de diputados. En ocasiones, esos ingresos han sido declarados en el IRPF. Es lo que hizo Arenas en 2011, cuando declaró un total de 178.179 euros, incluida la generosa aportación de su partido.
En otras ocasiones, hay dudas de si fueron declarados o si lo hicieron correctamente. En ello trabaja el juez Ruz. En eso y en averiguar de dónde procedían esas ingentes cantidades de dinero que manejaba el PP para compensar a sus dirigentes. Además de los cuantiosos regalos recibidos de la trama Gürtel por la ministra Ana Mato y la hija de Aznar.
En ese ambiente, saltó la noticia de los sueldos varios de Sánchez Camacho: del Senado, del PP catalán, del PP nacional, del Parlamento catalán, de los trienios de la Seguridad Social. Aunque sus 180.000 euros quedan lejos del récord de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal: 623.826 euros en tres años (2009-11).
Y más reciente, hemos sabido por andalucesdiario.es que el presidente del PP andaluz y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se vio favorecido por su partido con 1.759 euros mensuales cobrados entre enero y julio de 2011, siendo candidato a la alcaldía.
Y mientras la ciudadanía asistía atónita a este dispendio de fondos públicos por parte de los populares, la torpe decisión de la Mesa del Parlamento andaluz de aprobar una subida de dietas a cuatro parlamentarios dio munición a quienes, como la citada contertulia de Cuatro, mantienen que todos los políticos son iguales, que todos persiguen enriquecerse a costa del erario.
Ponte ahora a explicar que esa subida aprobada en marzo supone 3.720 euros al mes, que solo lo han cobrado en abril. Cantidades ridículas comparadas con las que maneja el PP: los 400 euros de aumento al mes al presidente del Parlamento, es un 20% menos de lo que gana al día la catalana Sánchez Camacho, 493 euros.
Pero el daño está hecho. Porque la subida de las dietas se hizo de tapadillo, justo cuando el Gobierno andaluz ultimaba su Ley de Transparencia, cuyo anteproyecto acaba de ser aprobado. Una ley que viene a defender lo contrario de lo que hizo la Mesa del Parlamento.
No es de extrañar que, cuando conoció la noticia, el presidente Griñán se cogiera un monumental cabreo y obligara a anular la subida y devolver lo cobrado. Para disgusto de la contertulia de Cuatro.
@JRomanOrozco
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