Convergència impulsa un código ético sin referencias a los imputados

Convergència Democràtica (CDC) es el partido más afectado por la corrupción en Cataluña: tiene el secretario general, Oriol Pujol, imputado por intentar lucrarse, presuntamente, a través de la concesión de estaciones de ITV; tiene la sede embargada para cubrir la fianza de 3,3 millones que le impuso el juez por el 'caso Palau'; y tiene, aparte de Pujol, otros dos diputados en el Parlament imputados: Xavier Crespo, por sus relaciones con la mafia rusa; y Ferran Falcó, como responsable de Adigsa en la época de las comisiones de 3%.

CDC anunció el documento en febrero, con el foco puesto en la posible imputación de Pujol. La dirección del partido lo aprobó el lunes y lo envió ayer a los 500 consejeros nacionales. El nuevo código despacha la corrupción en una sola frase: el firmante “renuncia a las responsabilidades en caso de comportamientos poco éticos y/o ilegales, de acuerdo con los supuestos establecidos en la normativa interna”. Los estatutos de CDC establecen como falta grave utilizar el partido o las instituciones “como beneficio propio”.

“Nunca hemos dicho que un código ético lo solucione todo, pero es un nuevo marco de confianza”, explicó el lunes el vicesecretario de coordinación institucional Lluís Corominas, uno de los responsables de la redacción del código. Los 500 consejeros nacionales pueden enmendar el documento, que se aprobará el próximo 15 de junio.

Junto a este texto, CDC aprobará un segundo en el que se compromete a desarrollar reglamentos que afectan a organismos internos; y un tercero en el que se recogen las propuestas legislativas de CDC para mejorar la transparencia.

Es en este tercer documento, pendiente todavía del redactado final, en el que Convergència puede citar los casos de corrupción. Pero sin un compromiso firme, según apuntan fuentes del partido: simplemente como un tema a abordar entre todos los partidos para escoger el momento procesal en que un imputado debe abandonar su cargo. CDC ha prometido a sus consejeros nacionales que en los próximos días enviará el conjunto de medidas legislativas que desean impulsar.

El código ético de CDC es un documento de apenas cinco páginas con 27 puntos, la mayoría basado en generalidades sobre transparencia, respeto a la legalidad y el compromiso para la regeneración democrática. Una serie de preceptos que no ofrecen novedades significativas respecto a los estatutos y el reglamento interno de CDC. “El cumplimiento normativo es una garantía de comportamiento ético. Esto significa disponer de un código de cumplimiento ético y normativo que refuerce los procedimientos internos, dote los órganos de control de mayor capacidad resolutiva e incluya medidas de formación de las personas con responsabilidades internas e institucionales”, explicita el documento de Convergència.

Los dos puntos que aportan más concreción son la creación de una comisión que velará por el cumplimiento del código; y el compromiso de CDC de poner abogados a disposición de sus dirigentes.

El código ético afecta a militantes y dirigentes del partido, pero también a los independientes que ocupen un cargo o un escaño a propuesta de CDC. Todos ellos se comprometerán a cinco principios que establece el documento: priorización del interés general por encima del particular, respeto a la legalidad, transparencia en la acción política y la renuncia de sus responsabilidades en caso de comportamiento poco ético.

CDC ve en este documento sin novedades sustanciales un paso hacia la regeneración democrática y la mejora de la transparencia, e intentará que su socio de federación, Unió, adopte medidas similares.