El Consell y altos cargos se recortaron menos la ‘extra’ que a los funcionarios

Una de las decisiones que más escoció del decreto de “medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad”, que Mariano Rajoy dictó en julio de 2012, fue la supresión de la paga extraordinaria de diciembre a los empleados públicos. El Consell reguló la medida en septiembre en un decreto que, además de los funcionarios, afectaba a los altos cargos y a los secretarios autonómicos y consejeros, así como al presidente y vicepresidente de la Generalitat.

En sendas respuestas parlamentarias al diputado socialista Rafael Rubio, el consejero de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, pone cifras a los recortes que se han ejecutado en cada caso. Y resulta que el jefe del Consell, Alberto Fabra, y sus consejeros y secretarios autonómicos, así como los otros altos cargos de la Generalitat, sufrieron recortes que no superaron los 1.217 euros, inferiores a los de muchos empleados públicos, que oscilaron entre los 1.000 y los 3.200.

“El impacto de esta medida sobre el sueldo anual del año 2012 para los funcionarios de la Generalitat no fue homogéneo”, explica Moragues en la respuesta a Rubio, “ya que depende del peso relativo que suponga la paga extraordinaria sobre las retribuciones brutas mensuales de cada trabajador, en función de la clasificación de cada puesto de trabajo concreto y por la percepción diferenciada de complementos retributivos, como los trienios, sexenios en el caso del personal docente, carrera y desarrollo profesional en el caso del personal sanitario, etc.”.

El consejero, que evalúa en 215 millones el ahorro que implicó para la Administración de la Generalitat la supresión de la paga extra, indica que el importe que supuso para los funcionarios “osciló entre valores cercanos a 1.000 y 3.200 euros”. Entre los altos cargos cuyas retribuciones incluyen, entre sus conceptos retributivos, “el de paga extraordinaria o equivalente”, como es el caso de los subsecretarios y directores generales, el recorte fue de 1.032 y 1.044 euros, respectivamente. El decreto prevé que a los altos cargos cuyas retribuciones no contemplen expresamente la paga extraordinaria o equivalente, según la respuesta de Moragues, se les detraerá “una cantidad que permita alcanzar el mismo porcentaje de reducción, sobre las retribuciones anuales, que a los altos cargos”.

“Por tanto”, concluye el consejero de Hacienda, “en cumplimiento de este precepto, se aplicó una reducción sobre las retribuciones brutas anuales del presidente, vicepresidente, consejeros y secretarios autonómicos, suponiendo unos importes que oscilan entre 1.036 y 1.217 euros”.

“Es un escándalo”, asegura Rafael Rubio. “No se puede tolerar que los miembros del Consell tengan el mismo descuento prácticamente que un auxiliar administrativo. Hemos denunciado en múltiples ocasiones que Fabra no se aplica, a él ni a sus consejeros, el mismo recorte al que somete a todo el mundo”. El diputado socialista recuerda que el decreto de Rajoy supuso una pérdida del 7% del salario a todos los funcionarios. “Es fácil calcular que si Fabra sólo se descontó 1.200 euros, con un sueldo de 67.000 euros anuales, estuvo muy lejos de ese porcentaje. El propio Fabra y, sobre todo, el vicepresidente José Ciscar lo habían negado de manera constante. Ya sabemos ahora cuál es su credibilidad”.