Valencia solo ejecutó el 66% del presupuesto de empleo en 2012

Apenas 24 horas después de que la alcaldesa de Valencia presentase el nuevo plan de empleo -que integra las líneas ya existentes y una nueva partida de 500.000 euros-, la oposición socialista insiste en que no es suficiente y además no se ejecuta en su totalidad. Un ejemplo es 2012, ejercicio en que de los 5,16 millones de euros previstos para políticas de empleo, se quedaron sin ejecutar 1,93 millones.

El portavoz socialista, Joan Calabuig, criticó al Consistorio por no tomarse en serio el problema del paro en la capital, donde, según la EPA, hay ya 99.600 parados. "Hemos dedicado desde 2011 el mismo dinero al pago de intereses que al fomento del empleo y la formación", ha denunciado el concejal. En ambos casos, algo más de 15 millones de euros.

El Ayuntamiento de Valencia dedicó el año pasado 5,16 millones de euros a las políticas de ocupación, "pero a 31 de diciembre, la cuenta general revela que 1,93 millones de euros estaban pendientes de pago y solo se había ejecutado el 66%".

Los socialistas entienden que el recorte de las inversiones municipales también asfixian el empleo en la ciudad. La inversión por habitante ha pasado de los 125 euros de hace dos años a los 70 euros de 2013.

Calabuig ha reclamado al Gobierno local del PP en Valencia que empiece por cumplir sus propios presupuestos de empleo y reclame a la Generalitat la deuda que mantiene con Valencia en fondos de empleo y que supera los 2,7 millones de euros.

La concejala del grupo municipal de Esquerra Unida, Rosa Albert, tras conocer el plan de empleo, ha manifestado su satisfacción "porque el PP haya decidido ponerse manos a la obra para atajar el problema del empleo” aunque ha calificado dicha propuesta como una “cortina de humo”.

Para la concejal de EU, la verdadera realidad es que el equipo de gobierno del PP "ha renunciado a la creación de empleo en la ciudad mediante la aprobación de unos presupuestos en los que se prescinde de la inversión pública, en el que no hay obra pública, y además, se ha producido un tijeretazo en el gasto corriente de tal magnitud que la práctica totalidad de las contratas han recortado sus plantillas, circunstancia que se está notando en la degradación de servicios como el de la limpieza, jardinería o mantenimiento de colegios".