“Lo más importante en esta vida no es pasar de puntillas”
Juanjo Garra, el alpinista fallecido en el Himalaya, concedió el pasado 27 de septiembre una entrevista al programa La Gradería de la Cadena Ser
“Lo más importante en esta vida no es pasar de puntillas, sino hacer realidad nuestros sueños”. Esta fue una de las respuestas que dio el pasado 27 de septiembre Juanjo Garra, fallecido la pasada madrugada en la cima de Dhaulagiri, en el Himalaya, al programa La Gradería de la Cadena Ser.
La emisora entrevistó al alpinista leridano tras la desaparición de ocho montañeros tras un alud registrado en la montaña Manaslu, una de las catorce montañas de más de 8.000 metros, también en el Himalaya nepalí. Las víctimas de aquel accidente fueron cuatro franceses, un italiano, un nepalí y el barcelonés Martí Gasull.
Garra explicó que el Manaslu, que él consiguió coronar en 2008 con Juanito Oiarzábal, no es la montaña más alta, pero sí una de las más complicadas y técnicamente muy difícil, donde las copiosas nevadas convierten sus laderas en toboganes mortales para los alpinistas. Sólo llegan a la cima el 22 por ciento de los que lo intentan.
Para Garra, el éxito y el fracaso eran términos muy relativos. “El fracaso”, dijo, “es no volver a casa. Lo importante de un alpinista es el viaje que te lleva a un puerto. Pero lo que distingue a un buen alpinista es conseguir bajar de muchas montañas para poder subir a muchas otras”.
El alpinista fallecido solía decir que lo más importante no es llegar a la cima y discrepaba de quienes afirman que el alpinismo es una actividad propia de temerarios. “El alpinismo nos da vida, es nuestra pasión, y como decía Pablo Coelho si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina, que es mortal”. Esta era su filosofía.
“Nadie desea morir en la montaña”, señaló, “pues no hay cosa más absurda que perder el bien más preciado. A nosotros la montaña nos aporta la posibilidad de poder ver paisajes sorprendentes, vivir situaciones e incomodidades incomprendidas por la mayoría de los mortales. Nos ayuda a contemplar horizontes infinitos, a saber compartir y a ejercer la tolerancia, a buscar la excusa perfecta para dar lo mejor de nosotros y a gozar de aquel momento como si fuera el último”.
Sobre la recompensa que se recibe tras conquistar la cima de una montaña, concluyó: “En la cima te replanteas la existencia de la vida cotidiana y a valorar aquello que es importante y lo que no lo es. Arriba encontramos todo aquello que no se puede comprar con dinero. Allí te sientes un privilegiado”. Tanta era la pasión de Garra por el alpinismo que la familia ha informado de que su cuerpo no será repatriado a Lleida, sino que se quedará en la montaña por expreso deseo del alpinista. La ciudad ha decretado dos días de luto.
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