La semana por delante
Un 'Romeo y Julieta' en la Revolución de Octubre, la juventud electrónica de James Blaake o las propuestas de Werker Sweatshop, algunas de las ideas para la semana
electrónica
Joven prodigio
James Blake viene a Madrid directamente de Primavera Sound donde demostró que puede amansar a las fieras. Pocos músicos con un repertorio tan íntimo y reposado se pueden enfrentar en un festival a 20.000 personas y salir airoso y reforzado del reto.
El miércoles actuará en el teatro Kapital, en el mismo formato de trío. Él, al piano, y esa voz que nadie diría que pertenece a un inglés blanco de 24 años sino a un Bobby Womack o un Marvin Gaye nacido en la edad de electrónica.— IÑIGO LÓPEZ PALACIOS
teatro
El origen del triunfo
“El teatro no puede morir. Forma parte de la vida misma; todos somos sus actores”. Lo dijo Luigi Pirandello, el dramaturgo italiano que escribió Seis personajes en busca de autor, obra en la que se inspiraron Aitor Tejada y el también director Miguel del Arco para hacer La función por hacer,espectáculo con el que Kamikaze Producciones empezó a triunfar, a llenarse de Premios Max, y a convertirse en abanderado del teatro español independiente, con esos grandísimos espectáculos de pequeño y austero formato que han tomado la delantera al teatro público.
Como esta pieza, que regresa al Teatro de la Abadía (hasta el día 9 de junio) con ese reparto original de grandísimos actores (Israel Elejalde, Barbara Lennie, que comparte personaje con Teresa Hurtado de Ory, Miriam Montilla, Manuela Paso, Raúl Prieto y Cristobal Suárez) y con esa historia con la que el espectador duda al distinguir entre la verdad y lo verosímil. Un juguete escénico excepcional.— ROSANA TORRES
arte
La vida penosa de los artistas
Los periódicos murales que se editaban en la Rusia de los años veinte empapelaban de noticias las paredes de los centros de trabajo, de los hospitales, escuelas o asociaciones obreras. Su objetivo era informar y movilizar. En esa misma década, un grupo de fotógrafos aficionados asientan los principios de lo que después se conocería como fotografía obrera y que tanta importancia tuvo a lo largo del siglo pasado en toda Europa y en Estados Unidos. Mucho tiempo después artista plástico Marc Roig Blesa (Madrid, 1981) y el diseñador gráfico Rogier Delfos (Amsterdam, 1981) han creado Werker (o Werker Magazine) una publicación contextual sobre fotografía y trabajo centrada en el ámbito artístico.
A Roig y a Delfos no les interesa la retórica de sus predecesores. Ahora el lenguaje no puede ser el mismo. Pero sí les importan las metodologías de trabajo que se basaban en la auto-representación, la auto-edición, la crítica de la imagen y los procesos pedagógicos colectivos. Es un concepto que hasta el 13 de julio exponen en García Galería (Doctor Fourquet,8) en una exposición llena de interrogantes desplegados en las paredes. Diáspora, Donation y Free Labour son los títulos de los tres pósters en los que se habla de la precariedad del trabajo y de la vida de los jóvenes artistas. Las imágenes estás ausentes.
Cada edición de la revista Werker es una reflexión sobre el tipo de representaciones laborales que se producen en la actualidad, sobre los fines y el público a los que está destinado cada trabajo y los diferentes contextos en los que se produce. Cada publicación tiene una versión diferente dependiendo del destinatario: una academia, un museo, un barrio o internet.
Para su estreno en una galería, Roig y Delfos han alargado el título. Aquí la cabecera de la revista y título de la exposición es Werker Sweatshop, palabra, esta última que sirve para denominar en inglés a los centros de trabajo en el que los obreros trabajas en condiciones inhumanas, son víctimas de abusos físicos, mentales y/o sexuales , sus condiciones de trabajo son peligrosas para la salud y los horarios son extraordinariamente largos. En esta ocasión, el tema son los artistas y su situación. La aproximación vale la pena.— ÁNGELES GARCÍA
danza
De Verona a Kiev
El Ballet de la Opera national du Rhin viene a los Teatros del Canal (del 31 al 2 de junio) con uno de los originales y muy trabajados montajes del coreógrafo Bertrand d’At: “Romeo y Julieta” (música de Serguei Prokofiev). La acción se traslada a Kiev en 1917, en un momento agitado de la historia, cuando los acontecimientos abocan a los crueles movimientos revolucionarios: los Blancos y Rojos se enfrentan en un desorden total y en ese ambiente de odio y resignación, Romeo se encuentra con Julieta; ella la heredera de la aristocracia local y la intelectualidad; él un estudiante pobre tentado por las ideas de eco bolchevique. Ellos cometen el error imperdonable de hacer caso omiso de su condición social y transgredir las ideologías de sus bandos para vivir su pasión. ¿Traidores o mártires? Se pregunta el coreógrafo. Los amantes pagarán con su vida como en el drama original de Shakespeare. — ROGER SALAS
clásica
Música para una fiesta cortesana
Escuchando este tipo de música antigua que recuerda a películas como Lope o Master and Commander, poco se pueden imaginar algunos que estos eran los sones de fiesta de una época dorada de cortes florecientes y mecenas ambiciosos. Música atípica y un concierto con hora también atípica. La cita es mañana a las 13.30 en la biblioteca del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, junto al Reina Sofía. Los que convocan son los músicos de La Ritirata, que presentan nuevo disco con danzas españolas e italianas de mediados del siglo XVII. Aquella música que gozaban los monarcas en sus cortes lujosas en las que cada banquete era un festín y cada baile, un acontecimiento. Instrumentos barrocos fascinantes como el arpa de triple orden o la tiorba se darán cita mañana: no es solo un espectáculo para los oídos, también para la vista. En el repertorio, obras de Falconieri, Vitali, Cabanilles, Gabrielli o Castello. Un momento mágico en un entorno inusual para aquellos curiosos que quieran acercarse, ya que la entrada es libre hasta completar aforo. —MIGUEL PÉREZ MARTÍN
cine
Un barco inundado de humanos
Resulta que en un barco caben 20.000 personas. Otra cosa es cómo. “Veías el cielo y la gente. Nada más”, cuenta una de los miles de albaneses que asaltaron el Vlora, un navío que había parado en el puerto de Durrës. En principio, para descargar toneladas de azúcar. Aunque, cuando el barco zarpó hacia Italia el 7 de agosto de 1991, había sido sumergido bajo una marea humana. Así lo retrata el documental La nave dolce, de Daniele Vicari, que sigue el periplo del navío con una mezcla de testimonios e imágenes de archivo que se proyecta el martes 28 a las 20.00 en el Instituto Italiano de Cultura. Las entradas, libres, se distribuyen desde una hora antes. Así que, ya saben, habrá que abarrotarse. — TOMMASO KOCH
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