Nestlé invertirá 44 millones para renovar su planta de café de Girona

Nestlé reformará completamente la planta de Nescafé de Girona en los próximos dos años y medio, en una operación en la que invertirá 44 millones de euros. La multinacional desmantelará todas las instalaciones actuales y las renovará con maquinaria de última tecnología, con el objetivo de elevar la eficiencia de la fábrica. El consejero delegado del grupo, Bernard Meunier, ha evitado cuantificar cuál será el aumento de capacidad (actualmente se procesan 80.000 toneladas de café al año) que se conseguirá, si bien ha afirmado que no supondrá un incremento de la mano de obra.

La inversión prevista en Girona es la segunda que acomete el grupo de alimentación en los últimos años, después de que en 2012 pusiera en marcha la línea para producir cápsulas Dolce Gusto. Ahora toca renovar una planta que se puso en marcha en 1968 y con la que se prevén incrementar las exportaciones de Nescafé. Las instalaciones de Girona ocupan a un total de 657 personas y procesan el 1% de la producción de café verde mundial.

La inversión se ha decidido en un momento en el que las ventas del grupo en España están estabilizadas. Nestlé facturó el pasado año 2.107 millones de euros, un 1% más. Esa ligera mejora se debe sobre todo al alza de las exportaciones que, con un valor total de 542 millones, aumentaron un 9%.

Meunier ha admitido el impacto de la crisis en España, especialmente a favor de los artículos que el grupo denomina PPP (productos de precios populares). En los últimos cuatro años, a través del impulso de nuevas referencias, estos ya representan el 17% de la cifra de negocios del grupo. El director general de Nestlé ha antepuesto el lanzamiento de ese tipo de productos a una política de rebaja de precios, que ha señalado que pondría en riesgo la calidad. Sí que ha admitido que están entrando en el mercado con mayor agresividad, a través de ofertas promocionales.

Nestlé tuvo que retirar el pasado mes de febrero ocho referencias de alimentos procesados que contenían carne de caballo pese a que esta no constaba en el etiquetado. Meunier ha reconocido que a raíz de la crisis la venta de productos con base de carne se desplomó entre un 20% y un 25%. Ahora, ha asegurado, las ventas se aproximan a las que había de forma previa a la crisis.

Meunier se ha negado a explicar el impacto económico que supuso la retirada de referencias –canelones, lasañas, sobre todo- de los supermercados y en qué paso se encuentran las denuncias que Nestlé anunció que llevaría a cabo en contra de la compañía Servocar, la empresa española que les producía productos retirados, comercializados bajo la marca La Cocinera. Según ha explicado el ejecutivo, como consecuencia de la crisis se han introducido más controles.