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Industria avala el proyecto de Rilco en el inicio del juicio por malversación

El ministerio desbarata una línea de acusación de la fiscalía, la Abogacía del Estado y el PSOE

El exdelegado de la Zona Franca Manuel Rodríguez de Castro.
El exdelegado de la Zona Franca Manuel Rodríguez de Castro.román ríos

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha remitido a la Audiencia Provincial un informe que avala que el proyecto de creación del portal informático Rilco (Red Iberoamericana de Logística y Comercio) fue real, se desarrolló por completo y se ajustó a los criterios técnicos para recibir más de dos millones de euros de subvenciones. Este documento llegó a las partes personadas en el proceso el pasado martes, solo tres días antes de que este viernes se inicie el juicio contra dos ex delegados del PP en la Zona Franca a los que se acusa de crear este proyecto tecnológico para malversar dinero público.

Lo que hace el Gobierno es incorporar in extremis a la causa varios documentos de técnicos del ministerio de hace diez años que dieron por bien utilizadas las ayudas públicas recibidas por Rilco. "Se ha comprobado que lo realizado se adapta a las condiciones técnicas en que se aprobó la ayuda", reza el documento firmado por el jefe de servicio y jefe de área de Industria. Este documento avala la defensa principal del exdelegado Manuel Rodríguez de Castro y desbarata una de las tesis de la triple acusación que ejercen la fiscalía, la Abogacía del Estado y del PSOE, que en el juicio van a intentar demostrar que Rilco fue un bluf, que nunca llegó a funcionar realmente y que se pagó por él mucho más de lo que costaba.

Con todo, esta nueva prueba, a pesar de su importancia, no deshace, en opinión de la acusación, sus argumentos para sentar en el banquillo a Rodríguez de Castro y su sucesor Miguel Osuna. Durante el juicio tratarán de demostrar que, al menos 236.000 euros de la Zona Franca, acabaron en una cuenta de una empresa sin actividad del propio Rodríguez de Castro. También que la labor de Miguel Osuna fue esencial para consumar la malversación, que se pudo consumar en una reunión mantenida en 20011 por los dos exdelegados, el ex director de Rilco, Rafael Ortiz, y el matrimonio formado Germán y Camila Leiva, principales adjudicatarios del proyecto. En ese encuentro Osuna decidió apoyar el proyecto tecnológico con nuevos pagos a pesar de haber sido advertido de las irregularidades en las que podía incurrir.

Este viernes arranca el juicio con las cuestiones preliminares. Las defensas tratarán de anular algunas de las principales pruebas y diligencias practicas. Mientras, las acusaciones tratarán de incluir la reciente sentencia del Tribunal de Cuentas que, por los mismos hechos, ha condenado a ambos exdelegados a devolver 4,3 millones de euros.

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