“No toleraremos déficits asimétricos sin criterios objetivos”

La Xunta no aceptará un “reparto asimétrico del déficit” entre las distintas comunidades autónomas que no parta de un cálculo basado en “criterios objetivos”. Así lo anunció ayer la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, durante una comparecencia en el Parlamento para explicar las líneas maestras de su departamento. Citó entre esos criterios a tener en cuenta a la hora de abrir la mano con el déficit de algunas autonomías “la población, PIB por habitante, ingresos financieros e ingresos corrientes”.

 El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió también ayer que el Gobierno central tenga “generosidad” con las comunidades que no cumplen el déficit, pero avisó de que no puede ser a costa de las que (como Galicia) han hecho los deberes de estabilidad presupuestaria. Las autonomías cumplidoras deben recibir, según el presidente de la Xunta, una “discriminación positiva” y tener “prioridad” en el acceso “a determinados” fondos estatales. El Pleno del Parlamento sirvió ayer para que toda la oposición preguntase a la responsable de Facenda por la postura concreta que Galicia va a mantener en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera aún sin convocar. Elena Muñoz evitó concretar más y subrayó que en cuanto se celebre esa reunión volverá a la Cámara para detallar el acuerdo y la posición en que queda Galicia.

Tanto socialistas como nacionalistas y Alternativa Galega de Esquerdas censuraron la apuesta ciega de la Xunta por la austeridad sin límites y reclamaron que la Xunta defienda la flexibilización de los criterios de déficit. Todos los portavoces reprocharon al Gobierno gallego que ni siquiera agotase la capacidad de endeudamiento y se quedase durante 2012 (al menos según los cálculos de la Xunta, porque el Consello de Contas viene detectando déficit camuflado durante los últimos tres ejercicios) en el 1,19% del PIB, tres décimas menos de lo que permitía el Gobierno central. La oposición lamentó que en el actual contexto de paro, la Xunta ni siquiera haya exprimido el límite de endeudamiento.