Menos vecinos y, además, cacheados
Trias reduce el aforo de la audiencia pública de Nou Barris “por seguridad”
Las audiencias públicas y plenos del distrito de Nou Barris se han caracterizado por la gran afluencia de vecinos. Además de llenar las sillas, decenas de personas se apiñan en los pasillos del auditorio para poder hablar en los espacios de participación ciudadana. Hasta anteayer. El Consistorio solo dejó entrar a 99 personas para “cumplir con la norma de seguridad del aforo”, explicó ayer la regidora Irma Rognoni (CiU) durante la sesión plenaria. Una explicación que levantó la ira de los vecinos y de la oposición. Decenas de ciudadanos se quedaron el lunes sin poder entrar. Varios fueron cacheados por la Guardia Urbana.
Desde hace meses, el ambiente en las audiencias del distrito más golpeado por la crisis ha estado más crispado de lo que se espera de un barrio que se construyó luchando. Las entidades y vecinos consideran que CiU no presta atención a sus reclamos y en repetidas ocasiones han solicitado la dimisión de Rognoni. Hace una semana llevaron su descontento hasta la plaza Sant Jaume. La vehemencia de los vecinos y alguna salida de tono en otras audiencias —le arrojaron un plato de plástico a la edil— despertó la alerta del Gobierno liderado por Xavier Trias.
CiU y PP buscan regular los aplausos en las audiencias
El lunes, al llegar al distrito, los vecinos se encontraron con el letrero que indicaba que solo había 99 sillas, menos de las que siempre se disponían. Una vez llenas, se cerraron las puertas. La Guardia Urbana, además, pidió a varios asistentes que abrieran sus mochilas y bolsas para revisarlas.
En sus turnos de palabra, los vecinos pidieron explicaciones por ambas medidas e increparon al Comisionado de Participación, Carles Agustí, que se encontraba entre el público. También había varios agentes de paisano. “Están criminalizando la participación”, dijo Salva Torres, líder vecinal de Porta. “Pues vamos a un espacio más grande”, pidió Pep Ortiz, de la plataforma Nou Barris Cabreada.
Un grupo de vecinos que defiende la reapertura del CAP de la Guineueta se quedaron fuera de la audiencia. En teoría, el Gobierno pidió a la Guardia Urbana que a medida que alguien saliera del recinto se permitiera el acceso. Esto nunca sucedió. El Consistorio asegura que nadie quiso entrar. Los vecinos lo niegan y de hecho varias personas fueron obligadas a salir por la puerta de atrás del edificio. “¡Esto pasaba con Franco, fascistas!”, gritó Eloy Navarro, uno de los cacheados.
“¡Esto pasaba con Franco, fascistas!”, gritó Eloy Navarro, uno de los cacheados
Los hechos del lunes fueron objeto de debate en el pleno del distrito de ayer, donde también había menos sillas, pero no cacheos. CiU intentó que la oposición aprobara una declaración institucional para “garantizar el buen funcionamiento de la participación ciudadana”. Solo el PP la apoyó —en Nou Barris no suman mayoría —. El texto establece medidas para respetar los turnos de palabra como: “Una vez finalizada cada intervención, pero nunca antes, se permitirá el libre ejercicio de muestras de aprobación o desaprobación, como aplausos y otras formas de expresión pacíficas, siempre que no estorben el normal funcionamiento de la sesión”. También se plantea poner un tiempo límite de intervención de los ciudadanos y los grupos municipales.
Los ecosocialistas pusieron como ejemplo cómo en Gràcia el afiche de la fiesta mayor critica los recortes. El portavoz socialista Gabriel García, por su parte, denunció que el lunes las puertas de emergencia de la sala estaban bloqueadas “a pesar del aforo”. El Gobierno argumentó que la evacuación se hace por la puerta principal. El PP criticó que el plan de emergencia se modificara en noviembre de 2011 y solo se cumpliera hasta ahora.
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