Ziani: “No soy un salafista radical”

El protagonista del caso Ziani, Noureddin Ziani, dio ayer su versión, 11 días después de que fuera detenido, tras ser acusado por el CNI de ser un agente de la inteligencia marroquí (DGED) y por poner en peligro la seguridad nacional “No soy un salafista radical. Niego que trabaje para el Gobierno de Marruecos”.

Ziani, contra el que se ha dictado una orden de expulsión del país, se mostró “indignado” por la situación y aseguró sentir “lástima” por un país, España, en el que ha “confiado”. Ziani preside la Unión de Centros Culturales e Islámicos de Cataluña (UCCIC) y es el director del espacio catalanomarroquí de la Fundació Nous Catalans, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), desde donde fomenta el soberanismo entre los inmigrantes.

La retirada de su permiso de residencia en España, donde lleva 14 años, y su detención, el 3 de mayo, ha sido interpretada por algunos políticos catalanes como un ataque al plan independentista catalán. “Me sorprende que sea por otra cosa”, se sumó ayer el propio Ziani en la inauguración de un curso de Conocimiento de Cataluña para imanes y dinamizadores culturales musulmanes organizado por la Fundació Nous Catalans.

El acusado también niega que sea un espía del Gobierno de Marruecos

“No sé si es un delito trabajar por la integración. No sé si es un delito intentar construir una mezquita. Tampoco sé si es un delito dar mi opinión”, criticó ayer Ziani. Su expediente sigue siendo instruido por la Brigada de Extranjería de Barcelona, que lo elevará al secretario de Estado, Francisco Martínez, por tratarse de una falta muy grave, según han informado fuentes policiales.

La abogada de Ziani, Fàtima-Zohra Bouhya, pidió pruebas que demuestren las acusaciones que pesan sobre Ziani, pero el instructor desestimó la petición, alegando que la denuncia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) es suficiente. Bouhya ha vuelto a recurrir, esta vez esgrimiendo “indefensión y falta de motivación”. A última hora de ayer, la letrada no había recibido respuesta, y la expulsión no se puede ejecutar hasta que acabe la instrucción.

“Quizá se equivocan de persona o de estrategia, pero espero que se aclare todo y que me den la oportunidad de defenderme”, añadió Ziani, y siguió repitiendo que no entiende “lo que ha pasado ni los motivos de todo eso”. “Nos acusan de ser independentistas y nacionalistas. ¿Eso es una acusación? No lo entiendo”, insistió. Según Ziani, desde Nous Catalans ha explicado en las mezquitas su posición sobre el nacionalismo y el Estado propio, sin que hayan obligado a nadie a compartirlo. “Esto tiene tufo a montaje”, criticó el director de la entidad, Àngel Colom, quien opina que el caso tiene “intencionalidad política”, sin pruebas contra Ziani.

"Si fuera por motivos ideológicos, sería muy grave", avisa el Ejecutivo catalán

La investigación del CNI se ha alargado durante varios años y recopila información sobre los encargos que Ziani recibió presuntamente del Gobierno de Marruecos para reclutar a informadores en Cataluña. Una investigación que, según el CNI, se hizo de forma conjunta con Mossos d’Esquadra, aunque estos lo niegan. La policía catalana admite que Ziani ha participado en reuniones con algunos imanes bajo sospecha, pero que eso no le implica en nada.

El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, reaccionó también ayer a la expulsión. “Si fuera por motivos ideológicos sería muy grave. No nos cabe en la cabeza que esto pudiera ser así”, destacó. Un punto de vista que difiere del expresado por el secretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyana, que atribuyó el lunes al CNI una actuación con “motivación política”, la misma tesis mantenida por el secretario de organización de CDC, Josep Rull. Pero el consejero de Interior catalán, Ramón Espadaler, de Unió Democrática, discrepó ya el mismo lunes: “Con la información que tengo, no estoy en condiciones de confirmar que la razón sea el soberanismo”. Ayer Ciutadans pidió su comparecencia en el Parlamento.