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Los ediles del PP de Castellón hacen el vacío a Bataller tras su imputación

Los concejales populares no dieron ni una señal de apoyo al alcalde en el pleno por Gürtel

El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, durante el pleno municipal celebrado este lunes.
El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, durante el pleno municipal celebrado este lunes.ÀNGEL SÁNCHEZ

Ni un aplauso, ni un gesto de complicidad. Los concejales del PP de Castellón le hicieron el vacío a Alfonso Bataller este lunes en el pleno extraordinario solicitado por la oposición para tratar la imputación de Alfonso Bataller en el caso Gürtel. Tan solo un vecino, entre el público, inició un tímido aplauso de apoyo al primer edil. Se quedó solo. Tan solo como el alcalde que no quería dar explicaciones ante el pleno del Ayuntamiento de su imputación en una de las piezas que constituyen el caso Gürtel. En su caso, por la contratación en 2007 (cuando era subsecretario de la Consejería de Sanidad), de empresas vinculadas a la supuesta trama de financiación ilegal del Partido Popular para la realización del acto Premios Salud y Sociedad.

Cuando el grupo municipal socialista anunció que pediría un pleno extraordinario, el regidor dejó caer que se miraría con lupa el reglamento para evitarlo, pero no pudo. El portavoz y teniente de alcalde, Miguel Ángel Mulet, acusó ayer al PSPV de haber utilizado el reglamento como “caballo de Troya” para convertir la sala de plenos en “una sala de vistas”. Tal y como transcurrió la breve sesión, parece que el caballo de Troya de Bataller está entre las propias filas del PP.

La oposición había anunciado días atrás que iba a pedir la dimisión del alcalde, sobre todo después de que éste decidiera abandonar “temporalmente” la presidencia del PP local.

Bataller subió al estrado para defenderse personalmente. Criticó primero al PSPV por forzar un pleno “precipitado”, “poco respetuoso” e “impropio”. Después dejó claro que no iba a dar ninguna explicación y se refugió tras el argumento de que lo realizado en la consejería poco o nada tiene que ver con su gestión al frente del Ayuntamiento de Castellón. “Nada tienen que ver [los hechos] con mis funciones ni responsabilidades municipales como alcalde”, dijo. Así, aseguró que será el juez “el primero en recibir todas las aclaraciones y actuaciones que se hicieron en la contratación”. Sí aseguró que después convocará una junta de portavoces para “informarles”.

El alcalde alega que la imputación nada tiene que ver con su actual cargo

El regidor utilizó su tiempo en hablar de su bagaje en el Consistorio como su mejor “aval político” y cerró su intervención con un alegato a su “honestidad” y “dedicación” a la ciudad. Todo dentro del guión, salvo por lo que vino después.

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Si, tal y como el propio Bataller dijo este lunes, “el movimiento se demuestra andando”, los suyos pecaron de excesiva pasividad. Solo uno de los vecinos asistentes al pleno aplaudió las palabras del alcalde, pero no encontró entre los asientos populares a algún concejal que acompañara su espontánea explosión de apoyo. El pleno podía haber servido para escenificar el respaldo unánime de los suyos tras su imputación, pero acabó escenificando más bien que el protegido de Alberto Fabra ha sido abandonado a su suerte.

Alfonso Bataller era un desconocido de la política cuando el ahora presidente del Consell decidió llevarlo en sus listas en las últimas elecciones municipales y promocionarlo como alcalde cuando, en apenas dos meses, el juicio a Francisco Camps llevó a Fabra al Palau de la Generalitat. Para ello obligó a concejales históricos (y con aspiraciones de alcaldía) a ceder sus puestos. La renuncia fue el punto de inflexión de la unidad del equipo de gobierno.

Todos los partidos de oposición (PSPV, Compromís y EU) reclamaron al alcalde que, al igual que ha hecho en el partido, delegue sus funciones municipales hasta que se aclare la imputación. Bataller reiteró ayer que su dedicación a Castellón “es plena”, pero la presión a la que está sometido desde que el juez Ceres le citó a declarar para el próximo 6 de junio ya le ha llevado a perder las formas en público tras dejar su cargo orgánico pese a asegurar que “evidentemente” no iba a dejar su puesto.

Solo uno de los asistentes aplaudió las palabras del regidor

Miguel Ángel Mulet, teniente de alcalde y portavoz del PP en al Ayuntamiento, es su sucesor natural (por lista) y hasta ayer no había realizado ningún pronunciamiento público de respaldo al regidor. Es más, fuentes municipales dan fe del carácter alegre que profesa estos días y del que también hizo gala tras el pleno.

Este lunes fue el encargado de realizarle la réplica a Alfonso Bataller, aunque su comparecencia era toda una incógnita hasta el mismo momento que subió a la tribuna. “Hoy más que nunca soy un mero mensajero de los concejales que tenemos el honor de trabajar contigo”, inició su defensa. En un principio, se barajó que fuera el quinto teniente de alcalde, Juan José Pérez Macián, quien tomara el turno de palabra.

La reciente polémica al trascender un artículo de opinión en el que llamaba “híbridos de hiena y rata” y “malnacidos” a los miembros del 15-M no le hacía el más indicado. Varios integrantes de este movimiento acudieron ayer al pleno para reprocharle sus palabras. El siguiente en la lista de sucesión es Vicent Sales, un hombre de Javier Moliner, presidente de la Diputación y del PP de Castellón.

Al delfín de Alberto Fabra le queda todavía casi un mes para pasar ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). El pleno respaldo que le ha profesado el presidente del Consell no ha sido suficiente para evitar el vacío que está encontrando en el Ayuntamiento.

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