TV-3 hace propaganda con la independencia
El reportaje 'Hola, Europa' destaca las bondades de la separación de España sin argumentos en contra de la secesión
TV-3 dedicó su horario de máxima audiencia en la noche del martes a hacer propaganda a favor de la independencia con el documental Hola Europa. El reportaje, considerado la segunda parte del emitido en 2010 titulado Adéu Espanya, analiza las posibles dudas que despierta el proceso de secesión de Cataluña. Pero lo hace desde un único punto de vista: el de los favorables a la independencia. No aparece ningún argumento contrario a la separación, salvo frases dichas por el moderador que se enmarcan en lo que los opinadores definen como “el discurso del miedo”. Según ha explicado la directora del documental al término de la emisión, Dolors Genovès, “se ha querido dar un énfasis especial a los argumentos de los partidarios del no”. Genovès explicó en una entrevista en Catalunya Ràdio que intentó recabar la opinión de partidarios del no, pero rechazaron ser entrevistados para el documental.
En paralelo al análisis de la situación actual, el documental trata de responder a las dudas que genera la secesión. Apunta varias opciones para la lengua oficial: la del escritor Miquel de Palol, que argumenta que no debe haber oficialidad; o la del filósofo Josep Ramoneda, que cree que el estatus catalán está perfectamente asumido en la sociedad. La viabilidad económica de una Cataluña independiente ni se discute. “Las personas que afirman que habría problemas para pagar las pensiones, o son ignorantes, o mienten”, introduce Jordi Guitérrez, de la Federación de Autónomos Dependientes de la CCOO. Y remacha Heribert Padrol, abogado: “Una Cataluña independiente es solvente para pagar las pensiones”. Sobre la relación con España, se niega que pueda haber tensiones –“¿perderé los lazos con mi familia andaluza?”, se pregunta retóricamente Lluís Cabrera, fundador del Taller de Músics.
Cualquier problema que pueda plantearse a la recesión queda despachado sin más afirmaciones que las de los partidarios de la independencia
Modest Guinjoan, director de Barcelona Economía, se encarga de asegurar que si hubiera boicot a los productos catalanes este solo afectaría al 4% del PIB. Y sobre el coste de independizarse, los únicos apuntes que da el reportaje de TV3 sostienen que la participación de Cataluña en la deuda pública de España es discutible porque no recibe inversiones y que el coste de mantener estructuras de Estado se cubrirá con el déficit fiscal. Cualquier problema que pueda plantearse a la recesión queda despachado sin más afirmaciones que las de los partidarios de la independencia: lengua, cultura, energía, nacionalidad, telecomunicaciones…
El análisis de la situación no ofrece más tesis que las que defienden los partidos nacionalistas. Los diferentes opinadores, entre los que destacan varios integrantes del Consejo Asesor para la Transición Nacional, sostienen que ya no hay encaje entre Catataluña y España. Ferran Sáez, director del Instituto de Estudios Políticos de la Universitat Ramon Llull, llega a asegurar que la “la animadversión de España hacia Cataluña” se debe a la necesidad de tener un contrario: “Cuando España se queda sin judíos el antisemitismo se transforma en el catalanismo”, concluye. El documental también repite las cifras del déficit fiscal para sostener el maltrato económico que sufre Cataluña.
El reportaje ya fue criticado antes de su emisión por Jordi Cañas, de Ciutadans, que consideró que su misión era “adoctrinar”. El documental tuvo un amplio seguimiento en las redes sociales. Muchos usuarios de Twitter, que se declaraban independentistas, denunciaron el sesgo del reportaje.
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