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Dos testigos acusan a un alcalde y dos ediles de encubrir los abusos de Torramadé

El jefe de Prensa de la Diputación y un exasesor denuncian un pacto de silencio para tapar el caso

Jaume Torramadé.
Jaume Torramadé. joan castro (iconna )

Dos testigos desmontaron ayer la versión de los asistentes a la cena en la que el expresidente de la Diputación de Girona y alcalde de Salt, Jaume Torramadé, abusó presuntamente de su asesora, Minerva Amador, delante de casi todos los concejales de CiU en la localidad, y del alcalde de Bescanó, Xavier Soy. El jefe de Protocolo y Prensa de la diputación, Josep Maria Amargant, y el exasesor de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Fidel Rincón, acusaron a los presentes de mentir y de intentar encubrir a su jefe.

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Rincón y Amargant, que no estaban presentes en la cena del pasado 8 de noviembre pero escucharon la versión de varios de los asistentes en las horas posteriores, fueron tajantes. El primero acusó a UDC de urdir un “pacto de silencio” para tapar los abusos. El segundo explicó al juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Girona que tres de los asistentes le explicaron lo sucedido “con pelos y señales”. Fueron el alcalde de Bescanó y vicepresidente de la Diputación, Xavier Soy, y los concejales de Salt por CIU, Robert Fàbregas y Josep Valentí. Todos negaron posteriormente los hechos ante el juez y firmaron una carta de apoyo a Torramadé varias semanas después del evento.

Rincón contó al juez que Amador le llamó a las siete de la mañana del día siguiente a la cena para explicarle lo sucedido. “Me llamó llorando y me contó que Torramadé le había hecho tocamientos en la entrepierna y en los pechos”, ha explicado el exasesor de Unió, al que la formación se negó recientemente a renovar el contrato. Según Rincón, Fàbregas —que también es teniente de alcalde en Salt— le explicó lo que vio en la cena, entre otras cosas que el propio Soy “iba radiando los tocamientos como si fuese un partido de fútbol”. El exasesor aseguró que la concejal de Salt, Fanny Carabellido, también fue objeto de tocamientos en la misma cena. Rincón calificó la situación de omertá, en referencia a los pactos de silencio de la mafia.

Amargant, que envió una carta al Diari de Girona en la que contaba que Torramadé le contó lo sucedido el lunes posterior en la sede de la alcaldía, se ratificó ayer ante el juez. El jefe de Protocolo y Prensa de la Diputación acusó a tres de los testigos, Fàbregas, Soy y Valentí, de mentir. Según Amargant, Fàbregas le anunció que no delatará a su jefe “por miedo”. “Tres de los testigos han mentido. A mí me contaron una cosa y en el juzgado han dicho otra. Supongo que corresponde al hecho de cerrar filas con Torramadé”, argumentó. Además, Amargant relató que Torramadé le reconoció que aquella noche “iba muy embalado, no recordaba nada y podría ser que se hubiera propasado”. Amargant también contó al juez que negoció entre Amador y Torramadé antes de que este denunciara a la mujer por extorsión, ya que la intención era buscar una “salida airosa” a la situación pagándole a ella un finiquito. Amador, según Amargant, no quería denunciar pero lo hizo porque él la denunció primero a ella. El abogado de Torramadé, Manel Mir, recordó que los testimonios de Amargant y Rincón no son directos, ya que ninguno estuvo presente en la cena, e insistió en que todos los asistentes han negado los abusos.

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