Y mientras llovían bombas, en casa de los Vila...
‘Barcelona’, en el TNC, recuerda el gran bombardeo fascista de la ciudad
Se estrena por fin, el próximo jueves, en la sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), la esperada Barcelona,obra de Pere Riera que dirige él mismo y que está ambientada en la jornada central de los tres terribles días (16, 17 y 18 de marzo) de bombardeos sistemáticos de la aviación fascista que aterrorizaron especialmente a la capital catalana en 1938. Que nadie espere sin embargo ver en el escenario a los aparatos de la Aviación Legionaria italiana, el camión de trilita de la Gran Vía o las ruinas de la ciudad. El espectáculo transcurre en un único espacio que es la casa de los Vila, una familia bien (aunque ya saqueada por las patrullas de la FAI), y es en ese espacio donde se mueven los ocho personajes que, ellos sí, recorren la ciudad y traen noticia de lo que ocurre afuera. Están por supuesto también la salvaje pirotecnia de la guerra, el ulular de las sirenas y el estrépito de las explosiones.
En la presentación ayer de Barcelona, el autor y director explicó que originalmente la obra no se llamaba así (se titulaba Sioux: balla o batalla, en referencia a una frase del texto) ni estaba ambientada en la ciudad catalana sino vagamente en una urbe europea atacada durante la II Guerra Mundial. Fue Sergi Belbel, director del TNC quien le convenció para trasladarla al montarla a la Barcelona de esos tres días de despiadado machaque aéreo (Riera confesó ayer que no tenía ni idea de que la ciudad hubiera sufrido así). La casualidad ha querido luego, según Belbel y Riera, que el estreno de Barcelona haya ido a coincidir con el 75º aniversario de los bombarderos y la denuncia por parte del colectivo Altra Italia y de antiguas víctimas interpuesta contra los pilotos italianos que manejaban aquellas máquinas de muerte. El TNC aprovechará la explosiva sinergia para acoger en su vestíbulo una exposición sobre Cataluña bombardeada y una charla sobre aquellos trágicos sucesos.
“Aunque el contexto sea los bombardeos, el espectáculo no tiene vocación documental, ni pretende rendir cuenta de aquellos días”, recalcó Pere Riera. “Cuenta la historia de ocho personas acorraladas por aquellos hechos históricos que intentan sobrevivir, mantener la pulsión de vida”. Los personajes representan diversas posiciones de la burguesía republicana catalana. Especialmente significativas son las dos protagonistas, interpretadas por Emma Vilarasau y Míriam Iscla, en torno a las que gira la obra (Riera la escribió pensando en ellas). Son dos amigas que han tomado posiciones que pueden verse como representativas de la Barcelona de la época: una ha marchado a París a continuar su carrera de actriz; la otra, concienciada, ha decidido quedarse. La primera regresa en esos días de fuego.
“El marco son los bombardeos, pero la foto es la gente”, consideró Iscla. Vilarasau advirtió que más terrible casi que los bombardeos ha sido el silencio y el olvido de los que los padecieron. “Está bien ofrecerles una obra de teatro y un recuerdo”.
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