El escándalo de las fiestas y viajes fractura al PSOE ourensano
El alcalde de Ourense, que avaló los papeles, amenaza con dimitir si no recibe apoyo
Las fiestas con gintonics, cubatas , marisco, cervezas y chupitos en chiringuitos de playa de Mallorca, almuerzos en Toledo, Madrid, Ciudad Real o A Coruña, y las sardinadas multitudinarias en el pueblo natal del exalcalde de Ourense pagadas por el PSOE, están carcomiendo por dentro al partido. La directiva provincial del PSdeG, enfrentada con la agrupación local que dilapidó los fondos públicos en fiestas y viajes, reunió ayer por la tarde a su comisión permanente. Los dirigentes socialistas criticaron duramente las polémicas facturas aunque evitaron adoptar medidas contra sus compañeros. Algunos de sus miembros exigen dimisiones y recuerdan que hace un mes, la portavoz socialista en Los Palacios (Sevilla), dimitió por comprar tres trajes de flamenca con fondos públicos. Por ahora se cruzan de brazos y esperan que actúe la organización federal del PSOE.
Mientras, en O Pino comienzan a preocuparse porque los nubarrones que creían pasajeros se han encallado y amagan con salpicar hacia arriba. Los altos cargos del PSdeG evitan críticas en público. El secretario general, Pachi Vázquez, que se reunió con el alcalde de Ourense para tratar de parar la polémica difusión de los papeles, insiste en que “los temas internos sólo se arreglan dentro del partido”. Laura Seara, número tres de los socialistas gallegos, abraza ese discurso al asegurar que “todo se resolverá dentro del Partido Socialista a través de sus cauces de actuación”. El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, que avaló los papeles con su firma, amenaza con dimitir si no recibe el apoyo de los órganos directivos y por el momento nadie le ha cuestionado. Al menos en público. Solo la diputada Carmen Acuña (afín a Pachi Vázquez) hizo acto de contrición. Ayer pidió disculpas “porque estas cosas que no deberían estar pasando” después de recalcar que las facturas están “dentro de la más estricta legalidad”.
Pero la polémica quema al partido. La agrupación local quiere expulsar del PSOE a Susana Bayo, la concejala de Medio Ambiente. La acusan de ser la presunta filtradora de los papeles que han irritado a la opinión pública. Bayo, afín al pachismo, solicitó copia de las cuentas a través del registro municipal el 4 de febrero. Días antes, funcionarios municipales ya se habían escandalizado al ver los recibos cuando se procedió a su compulsa para ser remitidos al Tribunal de Cuentas. La dirección provincial recalca a los medios que se “estudiarán” las facturas y se actuará “en consecuencia”. En privado las críticas son muy agrias y la interlocución interna está totalmente rota. La agrupación local no ha dado explicaciones contundentes ni a la dirección provincial, ni a los ciudadanos, y por ahora se limita a tratar la polémica con la organización federal. En la manifestación del primero de mayo los bandos enfrentados no se dirigieron la palabra. Nadie acusa a nadie en público pero todos se miran buscando al judas. La polémica incluso evitó la junta de Gobierno local celebrada ayer. La cita entre ediles enfrentados transcurrió como si las cuentas todavía estuviesen bajo el más estricto secreto orgánico. Todos sabían que el más mínimo reproche saltaría a los medios de inmediato. Lejos de las buenas formas, los afines al exalcalde acusan a sus compañeros de airear asuntos internos con fines partidistas. Y los próximos a Pachi Vázquez recuerdan que tienen las manos limpias porque ni compraron, ni viajaron, ni participaron en fiesta alguna.
El aspecto más extraño de toda la polémica es un supuesto préstamo de 21.514 euros concedido “por razones humanitarias” a un funcionario, del que no figuran asientos contables. EL PAÍS contactó ayer con Juan Manuel Banga, jefe del servicio de Recaudación del ayuntamiento y presunto beneficiario del crédito sin intereses acordado verbalmente hace tres años, tras ser condenado a reintegrar 29.000 euros que desaparecieron de las arcas municipales. Banga, a pesar de estar en el ojo del huracán, no quiso aclarar si realmente recibió el dinero y se limitó a explicar que “no va a hacer ningún tipo de declaración”. En la documentación remitida a este diario para justificar los gastos efectuados por la secretaria personal y sobrina del exalcalde, Natalia González (que pagó, entre otros muchos gastos, las botellas de alcohol) se aludía a su participación en “seminarios o foros” en representación de Xuventudes Socialistas de Ourense. Su secretario, Jonathan da Silva, ha remitido un comunicado en el que explica que Natalia González “nunca asistió a ninguna clase de seminario o foro por delegación, representación o en calidad de miembro de Xuventudes Socialistas”. Incluso recalca que “jamás asistió a ningún acto” de su organización.
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