“Este experimento ha rejuvenecido a Lara, lo ha traído a esta época”
La artista presenta en Madrid un bonito disco en el que recupera temas de Agustín Lara y los canta a dúo con una serie de vocalistas masculinos latinoamericanos
A mucha gente el nombre de Agustín Lara (1900-1970) le trae a la cabeza poco más que el chotis Madrid (“Cuando vengas a Madrid, chulona mía...”), pero el autor mexicano fue uno de los compositores más importantes de la música latina del siglo pasado, cultivando una amplia variedad de géneros que adornaba con letras sublimes. “Tenía un tono muy cursi, pero también melancólico, sarcástico, sensual... Sus letras tienen un doble sentido todo el tiempo, y una amargura muy padre”, cuenta la cantante pop mexicana Natalia Lafourcade (Coatepec, 1984), que presenta hoy en la sala Copérnico Mujer divina, un bonito disco en el que recupera temas de Lara y los canta a dúo con una serie de vocalistas masculinos latinoamericanos: Jorge Drexler, Miguel Bosé, Gilberto Gil, Kevin Johansen, etc. En su actuación de esta noche contará con colaboradores españoles como Miren Iza (Tulsa), La Shica o Jairo Zavala (Depedro).
Pregunta. ¿Por qué decidió hacerse acompañar exclusivamente de hombres en el disco?
Respuesta. Vi que el disco estaba tomando un tono muy femenino, muy meloso, y sentí que poner voces masculinas iba a ser el balance perfecto, le iba a dar una energía como si Agustín y yo estuviéramos cantando juntos.
P. En Mujer divina ha conseguido respetar el clasicismo de las composiciones de Lara y que a la vez suene contemporáneo. ¿Ha evitado conscientemente disfrazarse de vocalista retro?
R. Un poquito sí me he disfrazado... No tanto, porque un disfraz no lo vives, no lo transpiras, y este proyecto lo he llegado a asumir muchísimo.
P. Sabemos que Agustín Lara es un mito en su país, pero ¿qué lugar ocupa en la cultura mexicana más de 40 años después de su muerte?
R. Es ese compositor que muchos cantantes han interpretado y que nuestros abuelos recuerdan. Las abuelitas se ponen locas con Agustín, era como el Luis Miguel de la época. Por otro lado, muchos laristas me han agradecido este experimento, ha rejuvenecido a Lara, lo ha traído a esta época.
P. Lara era un conocido mujeriego y todas las canciones suyas que ha escogido tienen a la mujer como elemento central. ¿Cuál era la clave de su conexión con el sexo femenino?
R. Yo siento que su parte femenina era muy fuerte. Lograba capturar las emociones de las mujeres. Las hacía sentirse hermosas, elegantes, fuertes... Ocasionaba una magia muy especial en las mujeres. Con 29 años, me he enamorado de Agustín, y no tengo nada que ver con su época.
P. México acaba de cambiar de gobierno y se ha firmado un acuerdo político nacional con la participación de los partidos mayoritarios. ¿Tiene la sensación de comienzo de una nueva etapa o la vuelta del PRI le parece una mala noticia?
R. Hay una sensación de a ver qué pasa. Con mucho descontento de mucha gente, porque el presidente que tenemos ahora lleva consigo un equipo de susto. Pero muchos jóvenes tienen una energía muy padre y están haciendo muchas cosas. [El movimiento ciudadano iniciado en 2012] Yo soy 132 despertó la conciencia en mucha gente.
P. ¿Sabía que en Madrid había una estatua dedicada a Lara?
R. No hasta que vine el verano pasado a grabar parte del álbum. Grabábamos en Chueca, pero hubo un día en el que tuvimos que ir a otro estudio, en Lavapiés. Íbamos caminando con los instrumentos y de repente uno de los técnicos me dijo: “Natalia, ¡te vas a morir cuando veas esto! ¿Estás preparada? Tienes a Agustín Lara detrás de ti”. Casi me muero. ¿Qué tipo de coincidencia es esa? Fue súper chistoso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.