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tendencias

Mejor en mi casa

Tupper 'tocados', 'tupper punto', catas de vino, clases de cocina a medida... Los servicios a domicilio ganan terreno y variedad y abren una vía al autoempleo La nueva venta a domicilio explota el cuidado personal y otros hedonismos

Servicio de asesoría de imagen a domicilio.
Servicio de asesoría de imagen a domicilio.samuel sánchez

Las agujas están preparadas y el té reposa sobre la mesa del comedor. En el sofá descansa una bufanda a medio hacer a pesar de que el invierno ya ha pasado. Suena el timbre. Una, dos, tres y cuatro veces. Los asistentes han llegado y, por fin, comienza la clase de tupper… ¡pero de punto! 

Las reuniones para dar a conocer los productos de la marca Tupperware fueron un boom en los años ochenta. Los potenciales clientes se juntaban en alguna casa y preparaban aperitivos con la única excusa de hacerse con uno de estos preciados cacharros de plástico. En el siglo XXI, las reuniones de tupper ya han pasado de moda. Sin embargo, el término sigue vivo y ha dado nombre a alternativas de ocio a domicilio de lo más originales: desde un tocado hecho a medida hasta vinos, whiskis y gin-tonics en el salón de tu propia casa.

El piso donde se lleva a cabo la reunión de tupper punto es un hervidero de mujeres y lana. Mona Holzer, danesa y antropóloga de formación, es la profesora de esta clase a domicilio, aunque nunca pensó que se dedicaría profesionalmente a enseñar los secretos del punto. "Cuando llegué a Madrid solo conocía a mi novio. Me gustaba tejer y pensé que ofrecer mis servicios en tiendas especializadas podría ayudarme a conocer gente", explica sin perder de vista las manos de sus alumnas. A raíz de esas colaboraciones gratuitas, le ofrecieron impartir cursos en los comercios especializados en lanas, pero pronto empezaron a demandarle esas mismas lecciones trasladadas a casas particulares. "Con la crisis, el do it yourself (hazlo tú mismo) se ha convertido en la norma", opina Mona. "Además, cuando estás en tu casa eres más creativo y tienes menos vergüenza", señala para corregir inmediatamente a otra de sus alumnas que se ha equivocado en un punto.

Algunos de los tocados personalizados de Rita Von que pueden adquirirse  en sus tupper tocados.
Algunos de los tocados personalizados de Rita Von que pueden adquirirse en sus tupper tocados.carlos rosillo

"Yo me lo paso muy bien y aprendo a tejer, algo que tenía muchas ganas de hacer", dice Beatriz, la alumna más novata de Mona, que asegura que 25 euros por una clase de tres horas es un precio muy asequible. La danesa no se sorprende de que su tupper knitting solo tenga éxito entre mujeres. "Es una actividad muy femenina. Los hombres no quieren ver agujas", bromea.

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA-Consumidores en Acción, apunta que este tipo de ocio a domicilio es más accesible para las clases medias siempre y cuando se consuman en grupo para repartir costes. "Son negocios muy positivos dentro de lo negativo de la crisis", dice refiriéndose al autoempleo como posible salida a una situación de paro. "Son actividades que ayudan a la gente a llegar a fin de mes", asegura.

María Calavia tiene 39 años y es una experta en moda, tanto que forma parte del jurado permanente de la Pasarela Cibeles, ahora conocida como Madrid Fashion Week. "¿Cuántas veces piensa la gente al abrir su armario rebosante de ropa que no tiene nada que ponerse?", pregunta al tiempo que saca pañuelos de todos los colores para medir la piel de Raquel, la clienta a la que está haciéndole la asesoría de imagen a domicilio.

Clase para aprender a hacer 'cupcakes'.
Clase para aprender a hacer 'cupcakes'.Carlos Rosillo

Además de la asesoría, María incluye en el pack a domicilio —que cuesta unos 200 euros— el fondo de armario. Funciona de la siguiente manera: primero entrevista al cliente: descubre sus gustos, sus colores preferidos, incluso cuál es la bebida que más le gusta. Luego hace la asesoría de imagen, es decir, tipo de piel, forma facial y corporal, talla de ropa interior, entre otras. Una vez hecho esto, se mete de lleno con el armario. "¿Cuántas horas trabajas al día? ¿A qué otras actividades le dedicas tiempo?", pregunta. Las respuestas le descubrirán si la clienta tiene la cantidad de ropa necesaria para cumplir con un buen fondo de armario. Después decide lo que retirar, lo que se puede arreglar y lo que se puede quedar.

Una vez hecho esto, María recorrerá las tiendas en busca de ropa para la clienta, que previamente le habrá dado un presupuesto, que se añadirá a los 200 euros iniciales. Tras la elección, la clienta se convertirá por unas horas en Julia Roberts en la película Pretty woman. Irá de tienda en tienda probándose todo lo que María ha elegido para ella. Decidirá y se quedará lo que más le guste. Para terminar, volverán al domicilio para fotografiar cada uno de los conjuntos adquiridos.

"Las asesorías de imagen son caras y para gente de alto nivel. Mucho más si son a domicilio", explica el portavoz de FACUA. María confirma que sus clientes, tanto hombres como mujeres, son de clase alta, pero también dice que es un regalo ideal de cumpleaños o de despedida de soltera.

En la misma línea se mueve la Máquina de hacer cosas bonitas de Rita Von. Andrea Retuerto y Cecilia González, ambas publicistas, crearon el concepto de tupper tocados porque les gustaba la costura y la moda. "Un día nos juntamos y empezamos a hacer tocados con lo que teníamos por casa", recuerda Cecilia. "Íbamos de arriba abajo con las sombrereras, de casa en casa", añade Andrea en su taller del barrio de Chueca. Al principio trabajaban con despedidas de solteras, pero ahora se ha ampliado su público porque, según afirman, los tocados están de moda. "Cuando llegas a la casa, todas tienen un poco de vergüenza. Pero luego se animan y prácticamente todas se llevan alguno", dice Cecilia, que informa de que el precio de la sesión a domicilio es de 25 euros sin contar el tocado ni los extras. "A veces llevamos a alguien para hacer manicura y pedicura. Depende de las clientas", aseguran. Sus tocados, hechos por ellas mismas, tienen un precio de entre 35 y 120 euros.

Tocado personalizado de Rita Von.
Tocado personalizado de Rita Von.C. R.

Pero no todo está pensado para ellas. También hay cabida para actividades unisex. Una de las más demandadas es la cata de vinos. Aunque también se pueden degustar otro tipo de bebidas como ginebras, vodkas, cervezas o whiskis. Sergio Estévez y Elisabet Montegut, pareja de 31 y 30 años, crearon Locatamos en el año 2010. "Soy un sibarita de las catas, pero encontraba que solían resultar muy frías y poco participativas", explica Sergio. Lo de hacerlo a domicilio fue una petición popular de amigos y seguidores de los múltiples blogs gastronómicos en los que colabora Sergio. "Decidimos lanzarnos e ir a las casas. Los participantes se conocen entre ellos, se sienten más libres y más cómodos", asegura este catalán que ha logrado hacerse un hueco en la ciudad. Ellos lo ponen todo: los vasos, la coctelera, la fruta fresca que ahora adorna las combinaciones y, por supuesto, la bebida principal. "Les enseñamos a preparar sus propios cócteles, a diferenciar ginebras y tónicas y a usar las especias y la fruta para crear un buen combinado", dice Sergio, que añade que la ley antitabaco supuso un gran empujón para esta actividad a domicilio.

 Para José Luis Zuya, cocinero de profesión, las clases de cocina a domicilio solo significan diversión. Sus lecciones duran un mínimo de cuatro horas. Entiende que estar menos tiempo en la cocina es una pérdida de tiempo. "Desde luego no lo hago por dinero, sino porque me encanta enseñar a cocinar", señala. Entre sus servicios, que suelen demandar hombres solteros y muchas mujeres, está el de aprender a hacer la compra en el mercado. "Ir a la carnicería, a la verdulería… Conocer los alimentos de temporada es esencial para cocinar", explica este amante de la cocina.

Para quien prefiera la repostería americana, nada mejor que contratar un tupper cake. Zelebra ofrece sesiones de cupcakes por 35 euros por persona. "Es muy divertido ver cómo alguien que nunca antes había tocado una manga pastelera se da cuenta de que se le da bien", apunta Carolina Bianco, creadora de esta actividad, mientras observa a los participantes del curso que ya han terminado sus pequeñas obras de arte comestibles. Después de comerse sus creaciones, se van marchando. La puerta se cierra. El curso ha terminado. El tupper, sin el ware, continúa ensanchando sus horizontes en forma de ocio.

El valor del ‘tupper todo’

  • 'Tupper punto'. Mona Holzen da clases a grupos por 25 euros por persona. La única condición es ser un mínimo de tres. mondaycraft@gmail.com
  • My Target. Una asesoría de imagen completa y fondo de armario cuesta un mínimo de 200 euros. Más el presupuesto para la ropa y los extras que la clienta quiera añadir: peluquería, manicura... mytarget.es
  • 'Tupper tocados'. Una de estas sesiones sale por 25 euros por persona. Si se quiere añadir un tocado, el precio oscilará entre 35 y 120 euros más. ritavoncita@gmail.com y 91 162 53 24
  • Locatamos. Catas por 30 euros por persona. La explicación y todo el material está incluido en el precio. sergio@locatamos.com
  • 'Tupper cocina'. El mínimo son cuatro horas de clase de cocina. Cada 60 minutos cuestan 25 euros. Cuantas más personas participen, más barato sale. Aunque el chef informa: sus precios son negociables. joseluis@lacocinadejoseluis.com
  • 'Tupper cakes'. Los cupcakes, el fondant, las herramientas para moldear al gusto y la profesora recién llegada de Estados Unidos. Una clase a domicilio de repostería americana cuesta 35 euros por persona. zelebra@zelebra.es

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