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La transformación de la Ertzaintza

La conflictividad despista a la Ertzaintza

La mala situación económica multiplica las protestas y complica su evolución a policía de proximidad

Dos agentes de la policía vasca patrullan por San Sebastián
Dos agentes de la policía vasca patrullan por San SebastiánJAVIER HERNÁNDEZ

San Sebastián, de las tres capitales vascas, delictivamente es la más tranquila. También la menos poblada. Después de un 2012, en el que Bilbao, por ejemplo, vio como se incrementaban los robos con violencia un 36% o Vitoria registró una subida del 67% de los robos con fuerza en domicilio, ambos tipos crecieron un 16% en la capital guipuzcoana. El resto de delitos cayó con un descenso de la criminalidad en torno al 4%, como precisa Alfonso Garaikoetxea (Pamplona, 1962), comisario de San Sebastián. Cifras cuya contención o descenso sólo tiene una receta: la prevención. Pero el análisis y la investigación que efectúan los agentes se ha topado en 2012 y los primeros meses de 2013 con un obstáculo: las consecuencias sociales y prácticas de la crisis económica.

La capital guipuzcoana registró 1.274 manifestaciones en 2012, un 18% más que en el año anterior, y una cifra que ya se ha incrementado en los primeros meses de 2013 un 25%. La capital registra el 63% del total de actos de estas características contabilizados en 2012 en la provincia. 1.994 manifestaciones en toda Gipuzkoa frente a las 1.020 de Bizkaia y las 961 de Álava, según datos de la Ertzaintza. “A mí los datos que el año pasado fueron buenos no me satisfacen”, puntualiza Garaikoetxea, “tenemos que mejorar esos datos, el ideal sería llegar a cero, sé que eso no se puede alcanzar, pero ese es el esfuerzo en nuestro día a día”, añade el comisario, haciendo referencia al Plan estratégico para la Ertzaintza. Horizonte 2016, cuyo tercer eje se sustenta, entre otras cosas, en la mejora continua. “Independientemente de que este primer trimestre hayan descendido un 13% los delitos con violencia, los siguientes meses tienen que ir por ese camino.

Y el entorno social, me refiero a la crisis, no nos ayuda”. Las concentraciones y manifestaciones se han disparado a consecuencia de la estrechez económica. Un terreno en el que San Sebastián supera con creces a las otras dos capitales vascas, a diferencia de los incrementos de determinados delitos contra el patrimonio y orden socioeconómico registrados en Bilbao y Vitoria, y atribuibles algunos de sus vaivenes a la crisis. “El otro día hacíamos una media, estos tres primeros meses del año las manifestaciones y concentraciones se podían incrementar un 100% y eso condiciona la labor de la Ertzaintza”, explica el comisario. Garaikoetxea y sus agentes han tenido días en los que atender 13 ó 15 protestas que se van comiendo los tiempos que los ertzainas dedican a la prevención de delitos.

“Las movilizaciones

Si el 20% del trabajo de los agentes se destina a la respuesta de las llamadas de los ciudadanos y de este tipo de actos, y el 80% restante a la prevención, al incrementarse una de las dos variables, como ilustra el comisario, los esfuerzos que se deben destinar a una y otra, por lógica, varían. “\[Las manifestaciones\] Nos crean unas servidumbres importantes”, concede Garaikoetxa. La proliferación de este tipo de actos compromete las labores de investigación y análisis, la inteligencia, en definitiva, y otro de los aspectos que pretende potenciar el Plan estratégico para la Ertzaintza. La efectividad o el “rendir cuentas”, como explicó la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, en una comparecencia en el Parlamento vasco el pasado mes de febrero. “Tenemos, en función del tipo de delito, cifras de resolución muy bajas y otras altísimas”, reconoce el comisario.

De 26 delitos contra la libertad sexual registrados en 2012, se resolvieron 15, cerca del 60%, mientras que en los robos con violencia (166) el porcentaje alcanzó el 32%, y en los cometidos en domicilios (343) un 20%, frente a las tasas de resolución de un 2% en 2010, o un 10% en 2011, para este último delito, gracias, según el comisario, a la mejora en las inspecciones oculares realizadas por los agentes. Los actos de protesta suponen una importante presencia física de ertzainas que “deben proteger a las personas que se concentran en el ejercicio de un derecho fundamental. Y en segundo lugar evitar hechos que puedan ser delictivos, daños, destrozos, coacciones, amenazas... Si bien es cierto que no estamos teniendo manifestaciones violentas como antaño, pero siguen requiriendo un esfuerzo”.

Las concentraciones comprometen la investigación y el análisis

En el equilibrio entre los dos aspectos radica la polémica orden del cuerpo que determinó un límite de 300 metros en un escrache que Stop Desahucios convocó a principios de mes ante el domicilio del diputado del PP José Eugenio Azpiroz, en San Sebastián. Una forma de protesta controvertida, contestada ampliamente desde algunos sectores de la política, pero sobre la que varias encuestas han determinado que cuenta con un amplio respaldo popular. O los incidentes entre manifestantes convocados por las plataformas contra los desalojos y los agentes a la entrada de la asamblea general de la BBK, en Bilbao, el pasado 11 de abril. Dos ejemplos que pueden enturbiar el nuevo tiempo que se abre en la Ertzaintza y la imagen que del cuerpo quiere proyectar el Plan estratégico para la Ertzaintza. Horizonte 2016. Un modelo de policía, que entre otras cosas, busca potenciar la proximidad, como ha detallado en más de una ocasión la consejera de Seguridad. “Somos un servicio público y la mayor parte de nuestra tarea es asistencial.

Socialmente se nos está demandando mayor presencia en la calle, pero también cercanía”, explica el comisario de San Sebastián, que precisa que por presencia no se puede traducir “pasar con un coche blindado”, sino “ver a los ertzainas andando”. “Una iniciativa”, como subraya Garaikoetxea, “muy bien acogida por los ertzainas, recibida con ilusión” y que ya ha explicado a sus agentes en 12 reuniones. El Plan incluye, por ejemplo, reforzar la seguridad en las calles con 400 agentes más en todo Euskadi, provenientes de otras unidades. “Entendemos que hay gente que no nos quiere, que nos desea todo lo peor. Estamos aquí por un deseo del pueblo vasco, por un Gobierno que ha salido democráticamente elegido en las urnas y esa es nuestra tarea, no tenemos que legitimarnos de otras formas”, continúa el comisario, en una referencia implícita a la izquierda abertzale. \[La entrevista se realizó antes del dispositvo que terminó con el arresto de seis militantes de Segi,abiertamente criticado por los herederos de Batasuna, al igual que otras actuaciones del cuerpo\].

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