Fabra asume que no tiene más opción que dejar a los imputados en el PP

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, asumió este miércoles, durante una entrevista en TVE, que no le queda más opción que mantener al nutrido grupo de cargos imputados del PP en las Cortes Valencianas. “No cabe ninguna otra posibilidad”, argumentó Fabra, “dejar que tengan la posibilidad de defenderse sin que tengan representatividad ni en el partido, ni en la institución”.

El jefe del Consell, incómodo, admitió: “Esa imagen [nueve imputados en un grupo parlamentario de 55 miembros] no nos ayuda en absoluto, pero yo me encontré con esa situación y lo que tengo que hacer es lo que hemos hecho”.

En sus respuestas, el presidente valenciano evitó hacer distinción entre los distintos imputados por la naturaleza de los supuestos delitos y lo avanzado de la instrucción judicial. Fabra se atrincheró en la presunción de inocencia para no adoptar ninguna medida excepcional, salvo apartarlos de los puestos de mayor responsabilidad.

“Al final, si asociamos que una persona imputada ha de ser expulsada del grupo parlamentario, la oposición lo tendría muy fácil”, admitió Alberto Fabra.

El jefe del Consell reclama mejor financiación y un déficit asimétrico

Tras indicar que ha marcado una línea roja, que consiste en que los cargos imputados del PP no tengan representatividad, ni en la dirección del grupo parlamentario, ni en las instituciones, ni en el partido, el responsable del Consell se sinceró. “El acta de diputado o concejal es personal”, continuó, “Aspiro a que las situaciones judiciales se vayan resolviendo y que dejemos de encabezar el ranking de grupo parlamentario con mayor número de imputados. No cabe ninguna otra posibilidad”.

Fabra también se pronunció sobre Francisco Camps, que acudió durante un rato a la sesión plenaria de las Cortes Valencianas. Tras la decisión del Tribunal Supremo de ratificar el veredicto de no culpabilidad del jurado en el caso de los trajes, distintos diputados se acercaron al escaño de Camps a felicitarle por la absolución.

Sin demasiadas alharacas, por el sillón de Camps, que apenas se prodiga en la Cámara, fueron desfilando distintos diputados como Rafael Maluenda, Marisol Linares, Vicente Betoret, César Sánchez, Alicia de Miguel o Alfredo Castelló, entre otros. Alfonso Rus, que fue el que más conversó con él, explicó que habían estado hablando del Valencia.

Alberto Fabra aseguró haberse alegrado por la absolución de Camps pero evitó animarle a una vuelta a primera línea de la política. “Camps ha estado apartado de la primera línea política todo este tiempo y yo no sé si él está decidido a reincorporarse, pero en la última conversación que mantuve con él, lo que quiere es disfrutar de su familia, su trabajo y estar tranquilo”, continuó el jefe del Consell, “los últimos años han sido muy convulsos, lo que pide en estos momentos es tranquilidad”.

Fabra apuesta por un aeropuerto de Castellón que abra días puntuales

Durante su intervención en TVE, el presidente de la Generalitat también se pronunció a favor de reformar el actual sistema de financiación autonómica.

“Tenemos que ser muy transparentes con el Gobierno y ayudarle a que haga un nuevo sistema de financiación”, explicó Fabra, que defendió también un reparto asimétrico en la flexibilización del déficit. “Cada uno defiende lo que considera justo”, sentenció el jefe del Consell sin atreverse a fijar qué ampliación de déficit para 2013 le dejaría satisfecho.

En Valencia, el consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, asumió que la reforma del sistema de financiación autonómico se retrasará hasta 2014. "Pedimos que, si se revisa [el sistema] en 2014, se haga con efectos retroactivos [a 1 de enero]. Esa es nuestra aspiración", explicó Moragues, que reivindicó el bajo tono utilizado por el Consell en esta reivindicación. “Lo pedimos con corrección, con discreción y con informes rigurosos”, dijo.

Durante la entrevista, Fabra también fue interpelado por el aeropuerto de Castellón, justo el día en que su vicepresidente José Ciscar era nombrado presidente de Aerocas, la empresa pública que gestiona la infraestructura. Fabra dejó clara su postura: “No tiene por qué estar todos los días abiertos. Puede estar operativo cuando haya demanda y reducir los costes y hacer posible el beneficio de traer turistas”.