Dorado se sentará en el banquillo junto a guardias civiles y aduaneros
El juez Gómez Bermúdez solicta una multa de 40 millones
El contrabandista y narcotraficante Marcial Dorado acaba de recibir el último mazazo en su extenso historial judicial. Cuando está cumpliendo 14 años de cárcel por dos condenas, una por tráfico de cocaína y otra de cohecho a dos guardias civiles, Dorado se enfrenta a un juicio por blanquear más de 20 millones de euros como dirigente de una red internacional de lavado de capitales por la que podría pasar otros 15 años entre rejas y pagar 40 millones en multas. Dorado, cuya vieja amistad con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, trascendió a raíz de la publicación por este diario de unas fotos tomadas a mediados de los años noventa, se encuentra en la prisión de Topas (Salamanca). Hasta el próximo año no cumple la mitad de la condena para acceder al tercer grado penitenciario y cuenta con los informes favorables de las autoridades carcelarias que han destacado su comportamiento intachable como preso, ya que colabora en los servicios de limpieza del penal.
En el juicio por la Operación Dourado, iniciada tras su detención por narcotráfico en 2003 y cuya apertura del juicio oral decretó ayer el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, también se sentarán en el banquillo otras 16 personas, entre ellas tres de los hijos de Dorado —una de ellos abogada— y su actual esposa, para los que el fiscal pide seis años de prisión para cada uno y multa de 20 millones. El magistrado, sin embargo, también ha emplazado a la que fuera su primera mujer para que se persone con abogado en la causa en calidad de “partícipe a título lucrativo”, si bien no se ha solicitado acusación para ella.
Junto a Dorado también serán juzgados el teniente coronel Juan Miguel Castañeda Becerra, que hasta julio de 2009 era el responsable de la Comandancia de Guadalajara y luego fue confinado al Servicio de Retribuciones de Personal en Valdemoro. Mano derecha de Marcial Dorado, Castañeda se enfrenta a 10 años de cárcel e inhabilitación del cargo, acusado de colaboración con organización criminal, falsedad en documento público así como acusación y denuncia falsa contra el que fue juez instructor de Vilagarcía de Arousa José Antonio Vázquez Taín.
Según los autos, el teniente coronel urdió con Dorado, otro ex guardia civil también acusado —José Manuel Sánchez Zabala, considerado lugarteniente de Dorado en la red de blanqueo— y el exagente del Servicio de Vigilancia Aduanera con base en Vigo Eugenio Fontenla, un plan para “neutralizar la acción judicial” y orquestar una campaña de desprestigio contra el juez. A Sánchez Zabala, que fue agente de la unidad antidroga que investigaba a Dorado y declaró contra él en un juicio por soborno a otros guardias civiles, el fiscal le acusa de tenencia de útiles para realizar falsificaciones de documentos públicos, acusación y denuncia falsa, blanqueo y colaboración con organización criminal. Para el exaduanero el ministerio público solicita cinco años de prisión por violación de secretos y cooperador de la trama.
Dos abogados con despacho en Madrid han tenido una participación determinante en el lavado de capitales de Marcial Dorado: Félix Pancorbo Negueruela y Rosa María Stampa Rodríguez. Según las actuaciones judiciales, en la trama societaria vertebrada por Marcial Dorado después de ser detenido por narcotráfico en 2003 “su labor sobrepasó la barrera del asesoramiento personal”. En 2005 y 2006 constituyeron dos sociedades a las que se transmitieron fincas de las que eran titulares otras sociedades de Dorado por valor de 1,6 millones. Pancorbo compró todas las participaciones de Global Taunt y ese mismo día se nombró administrador único y trasladó el domicilio social al de su despacho profesional. Una semana más tarde adquirió a Petrogalicia 38 fincas y una más a Anfra Sistemas. Las dos sociedades vendedoras eran de Dorado. Quedan fuera de la investigación ocho personas, entre ellos la viuda de Manuel Cruz, el chófer de la Xunta y testaferro de Dorado ya fallecido que presentó a Feijóo y el contrabandista.
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