La ‘guerra’ por Can Sanpere
La propietaria quiere derribar la fábrica y los vecinos de Premià de Mar que se convierta en una zona verde y equipamientos
“Juntos podemos”, reza una pintada a las puertas de la vieja fábrica de Can Sanpere, en el centro de Premià de Mar (Maresme). La intención de la propietaria de la finca, la constructora Núñez i Navarro, de derribar las instalaciones para construir una nave industrial ha puesto en pie de guerra a los vecinos. Desde hace dos semanas, miembros de la plataforma Can Sanpere 100% Public ocupan los 9.000 metros cuadrados de terreno que, durante la última década, han servido de almacén y punto de encuentro para varias entidades sociales de la localidad.
Tras ocho años de litigios, una sentencia judicial ha obligado al Ayuntamiento a otorgar las licencias municipales que Nuñez i Navarro solicitó en 2005 para construir una industria de nuevas tecnologías. El consistorio premianense intentó negociar una permuta de terrenos y ceder a la empresa una finca a las afueras de la ciudad a cambio de Can Sanpere, pero Nuñez i Navarro rechazó la iniciativa. “Eso no fue una oferta, fue una imposición”, señala el abogado de la empresa, Rafael Jiménez.
Núñez i Navarro ya ha emprendido acciones legales contra la ocupación
Cuando el equipo de demolición se personó en el recinto para iniciar el derribo, lo encontró ocupado por los vecinos, firmes en su negativa de ceder un espacio destinado a ser el pulmón verde de la ciudad. La empresa ha emprendido acciones legales contra la ocupación: “Nosotros siempre seguimos la vía judicial. Y ahora también. Las personas tienen que acostumbrarse a cumplir la ley”.
Más de 1.000 personas mostraron su apoyo a “Can Sanpere 100% Public” en la primera jornada de puertas abiertas en la fábrica hace una semana. Una veintena de asociaciones apoyan, al igual que el Ayuntamiento en pleno, a la iniciativa de convertir el recinto en una zona verde y de equipamientos. “Existe unanimidad total entre los grupos políticos, porque éste es el único pulmón que nos queda. Lucharemos”, sentencia el regidor de Servicios Territoriales, Antoni Subirà.
El pasado viernes, el Ayuntamiento mantuvo los primeros contactos con la compañía para intentar llegar a un acuerdo: “Las sensaciones son buenas. Están abiertos a hablar”, relata Subirá, que asegura que todavía no hay ofertas en la mesa.
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