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“El arte abre un canal de comunicación”

La bailarina Esmeralda Valderrama es cofundadora y directora de la Compañía Danza Mobile, creada para personas con discapacidad intelectual

Ángeles Lucas
Esmeralda Valderrama, al fondo, en una clase de Danza Mobile, en Sevilla.
Esmeralda Valderrama, al fondo, en una clase de Danza Mobile, en Sevilla.PACO PUENTES

Nina Simone suena de fondo durante la realización de un taller en el Centro Danza Mobile. Un grupo de alumnos hace ejercicios de equilibrio y estiramiento cogidos de las manos en corro, frente a un espejo gigante en la sala de ensayo, situada debajo de un puente, del puente Cristo de la Expiración, en Sevilla. Cuando pasan autobuses por arriba, todo tiembla un poco. Pero no se desconcentran. Estos alumnos tienen la posibilidad, si se forman y tienen talento, de actuar en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, en la Bienal de Flamenco de Jerez, en el Fórum de Barcelona, en Suiza; o quizás de participar en espectáculos, cortos y películas de forma profesional. Es lo que ya han conseguido y siguen logrando antiguos alumnos de la escuela.

Se abren de piernas, llevan el ritmo, ensayan todas las horas, comunican. “Tienen un gran potencial de expresión artística, son creativos, espontáneos. En grupo se observa como tienen cuerpos y energías diferentes, y esa diversidad hace que la obra se enriquezca, que se aporte más al espectáculo”, considera Esmeralda Valderrama, bailarina, cofundadora de la escuela Danza Mobile, y directora de la compañía de danza que lleva ese mismo nombre. Todos sus componentes son personas con discapacidad intelectual. “El arte es un medio de comunicación, es lo que realmente normaliza y es un lugar de encuentro para todas las personas. La cuestión es que la palabra en esta sociedad se ha convertido en algo muy importante para comunicar, y eso a ellos les limita mucho. En cambio, el arte les abre un gran canal de comunicación. Por eso, a través de la danza o de las artes plásticas, encuentras formas de contactar con ellos. Es pura magia”, describe Valderrama con entusiasmo, después de que un niño con síndrome de Down le dé un abrazo eterno al entrar en la escuela.

“Trabajando aquí no me hago rica, desde luego. Pero soy feliz”

“Trabajando aquí no me hago rica, desde luego. Pero soy feliz”, dice tajante. “Tengo un trabajo muy gratificante, estoy con ellos cada día, viendo sus resultados. Es agotador, consume muchísima energía, pero creo en esto, y además me río muchísimo y eso lo agradezco, es sanísimo”, dice, por supuesto, entre risas.

En la década de los ochenta, las bailarinas tenían que cumplir cánones estrictos, de cuerpo perfecto y ritmo marcado. Valderrama era bailarina en esa época, hasta que se detuvo en ver cómo se trabaja en la diversidad, y entró en Madrid en la Fundación Psico Ballet de Maite León. “Ahí me cambiaron todos los valores, aprendí la belleza de la diferencia. Yo venía con mucha tontería sobre el culto al cuerpo...”, reflexiona ahora. Después llegó a Sevilla, y fundó en la ciudad, junto al psicólogo Fernando Coronado, a José Manuel Jiménez y a José Campón la asociación Danza Mobile, con el objetivo de hacer protagonistas del arte a las personas con discapacidad intelectual. Eso fue hace 19 años. Ahora además, cuentan con un Centro de Artes Escénicas y Artes Plásticas concertado con la Junta que acoge 23 plazas para profesionalizar a los que tienen talento; y han ampliado su horizonte también con una Compañía de danza. Mientras, por la escuela para niños y mayores ya han pasado más de 200 alumnos, y hay lista de espera para entrar.

Danza Mobile ha roto barreras. “Paulatinamente, la gente del gremio se ha ido acercando a nosotros, han ido comprendiendo nuestra filosofía, han entendido lo que queríamos decir. Aquí hay gente con muchísimo talento que puede ser miembro de una compañía cualquiera”, asegura. Y cita uno de los pequeños detalles que suponen pasos grandísimos para la integración. “Uno de nuestros alumnos forma parte de un grupo de teatro con personas sin discapacidad, en un contexto absolutamente normalizado. Eso es lo que realmente me emociona”, dice llevándose las manos al pecho. Esa es su lucha y ya acumula batallas vencidas.

“Ya es hora de que se les dé la consideración de personas, de que se les dé visibilidad, de que no se les trate ni con prejuicios ni con paternalismos, ni con estereotipos. Son personas con dificultad para defenderse y reivindicar sus derechos, y ahí es simplemente donde aparecemos nosotros. Lo demás, lo trabajan ellos. Y esto les hace partícipes de la vida”, explica Valderrama, que está imbuida hasta junio en la celebración del VII Festival Internacional Escena Mobile. Un evento que cuenta con actuaciones en la programación normal del Teatro Lope de Vega, talleres, performances, exposiciones, coloquios y un certamen de cine y discapacidad.

“Ya es hora de que se les dé la consideración de personas, de que se les dé visibilidad"

“Este año nos está costando una barbaridad sacarlo, los recortes se notan”, valora. El festival tiene vocación internacional, pero en esta edición, la presencia de extranjeros es mínima. “Nos hemos negado a traer compañías a las que no se les puede dar un tratamiento justo, pero eso no ha significado que el festival no cuente con una programación interesante. Hemos traído a las pioneras de danza integrada en España”, destaca.

Esmeralda se empeña en sacar lo positivo de los recortes enumerando otros ejemplos. “Hemos aunado además esfuerzos con otras entidades con programas parecidos y están saliendo proyectos fantásticos que de otra forma no sé si se habrían planteado. Está claro que con motivación, se consigue lo que se quiere”, resume convencida.

Ahora suena bossa nova, y los alumnos hacen ejercicios de relajación. Valderrama, rodeada de dibujos, figuras de alambre y esculturas realizadas por los estudiantes cuenta en voz baja cómo ha visto a una niña que no era capaz de coger un lápiz y hacer una raya en un papel, conseguir empezar a dibujar figuras de pentagramas. La música desbloqueó su mente.

Aprendizaje y premios

  • Valderrama cree que se debería introducir el arte dentro del sistema educativo como forma de aprendizaje. "Que cada persona aprenda según sus posibilidades y sus capacidades, que se eduque más en inteligencia emocional".
  • Danza Mobile ha recibido el Premio Dionisos a proyectos teatrales con repercusión social de la Unesco; el premio andaluz a las Buenas Prácticas en la Atención a las personas con discapacidad; el galardón Solidaridad de la Unión de Actores e Intérpretes de Andalucía y el premio Mayte de Teatro.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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