Una ciudad teatral

1. Restaurante Zhou Yulong. Esta tasca prepara las empanadillas chinas más deliciosas que he probado en mi vida. También me vuelve loco su sopa de tallarines. Es un local muy pequeño que no tiene ni baños pero la comida está exquisita. Uno de mis planes favoritos es almorzar en estos bajos para luego entrar a la primera sesión vespertina de los cines Princesa o Renoir (aparcamiento subterráneo de la Plaza de España)

2. Teatro La Latina. En los últimos tres días su escenario se ha convertido en mi segunda casa. Me encanta su acústica y, sobre todo, el barrio donde se ubica. Es una gozada perderse por las calles del Rastro, tomar un café en La Tournée, probar cualquier menú en sus bares de toda la vida, salir de fiesta y- ¡cómo no!- venir al teatro (Plaza de la Cebada, 2).

3. Madrid Río. Vivo en el distrito de Usera y Madrid Río me ha dado la vida. No hay experiencia más liberadora que pasear en bicicleta desde casa hasta llegar a la zona del Paseo de la Florida. Me gusta meditar mientras pedaleo. También suelo aprovechar sus carriles para ir al Matadero.

4. Restaurante Laydown. Solamente voy cuando el actor Jorge Calvo nos deleita con su show ¡Qué maravilla!, un espectáculo de cabaret que incluye un menú de hamburguesas a un euro y sopas de sobre. El local es una pasada; está repleto de camas blancas donde olvidarte de todo. Cuando acaba el show, solemos acabar en el Máster Plató Karaoke, al lado del Laydown (Plaza de los Mostenses, 9).

5. Teatro Español. A finales de abril me subiré por primera vez en la sala grande de este teatro y, como actor, es un gran privilegio. Además, me encanta el barrio de las Letras y la Plaza de Santa Ana. Al acabar cualquier función, me gusta tomar un buen vino o una cerveza en alguno de sus bares (Calle del Príncipe, 25).

6. La terraza de mi casa. Los días de sol, este pequeño espacio se convierte en sala de estar y cocina. Las noches más calurosas se transforma en un dormitorio con vistas al Pirulí. En invierno la vacío completamente. Y, en verano, la decoro al estilo chill-out.

7. Mercado municipal de Usera. Como buen vasco soy muy cocinitas y cuando tengo cena en casa acudo a este mercado para comprar los ingredientes de mis platos. Encuentro carne de calidad (siempre compro chuletas) y pescado fresco a muy buen precio. ¿Lo mejor de todo? Las charlas con los tenderos (Amparo Usera, 46).

8. La casa de la Portera. Una pequeña casa-teatro donde disfrutar de trabajos interpretativos maravillosos y propuestas alucinantes. Defiendo y admiro este nuevo formato teatral, tan necesario en tiempos de crisis (Abades, 24, Bajo D).

9. La casa de Tao Gutiérrez. El proyecto de El Intérprete se desarrolló en el dormitorio de este director musical. Bueno, más que una habitación eso es un estudio repleto de instrumentos. Hemos pasado muchas horas allí ensayando las canciones que forman el repertorio de la obra. Además de ser un músico excepcional, es un gran anfitrión.

10. Disco-Pub La Noche. En este local de cabaré he pasado algunas de mis mejores noches de fiesta de la capital. Ambientado en los años setenta, tiene un rollo cutre que me fascina (Segovia, 19).