Paro en Cádiz por la huelga del metal

La primera jornada de la huelga del sector del metal de la provincia de Cádiz, convocada por los sindicatos para exigir a la patronal una negociación favorable del convenio colectivo, se saldó con incidentes en las puertas de la sede de los empresarios y con un alto seguimiento en la industria gaditana. Los representantes de los trabajadores rechazan la última oferta para regular sus condiciones laborales, que incluye eliminación de pagas extraordinarias y algunos pluses como el de peligrosidad. Estas medidas supondrían, según los sindicatos, una merma salarial de hasta el 30%. Los empresarios lo justifican en que es la única manera de hacer más competitivas las compañías del sector de esta provincia.

Según la FEMCA, la organización que agrupa a las empresas gaditanas del metal, Cádiz tiene el segundo coste salarial más alto de España y el primero de Andalucía. “Los trabajadores del metal de Cádiz (por detrás de Guipúzcoa) cobran un 34% más que la media española y un 20% de la media andaluza”, lamenta Juan José García, portavoz de la patronal en la negociación. “Esto nos impide competir al mismo nivel”, añade. De ahí que los empresarios vengan insistiendo desde finales de 2011 en una rebaja salarial que los sindicatos rechazan. Solo aceptan una congelación. “Con la excusa de la crisis no podemos echar por tierra derechos laborales conquistados”, defiende Juan Linares, de CC.OO..

Los sindicatos defienden la preparación y alto nivel de las plantillas del sector en la provincia en empresas de la industria naval, aeronáutica o de la construcción, donde Cádiz, a pesar de la crisis y del cierre de empresas, siguen siendo un referente. Pero la patronal argumenta que la situación es ya insostenible. De ahí que la distancia de las partes haya impedido hasta ahora sentarse a negociar un nuevo convenio. Si el 7 de julio no se alcanza un acuerdo se aplicará el Estatuto de los Trabajadores, con lo que se relajarán muchas de las ventajas adquiridas por estos trabajadores.

El primer día de huelga se desarrolló con una caravana de coches que recorrió los polígonos industriales y terminó ante la sede la patronal gaditana que, durante la noche, había sido atacada con pintadas y quema de neumáticos. La Policía protegió la fachada durante la protesta. Los sindicatos también lamentaron que las grandes compañías hayan cambiado los turnos de los operarios para restar, “sin éxito”, incidencia a la huelga. La patronal denunció los actos violentos y recordó que la huelga ha provocado la cancelación de algunos contratos como la reparación de un crucero en el astillero de Cádiz.