Una universidad bajo examen

Los alumnos de la UNED de Bergara recibieron el 12 de febrero un escueto email. Un correo con el que se les comunicó que las clases que recibían semanalmente pasaban, por culpa de la crisis y la falta de fondos, a impartirse quincenalmente. Fue la mecha que prendió un conflicto en el propio centro, entre los profesores y los alumnos, frente a la dirección y patronato, y que también tuvo sus ramificaciones en el ámbito político, cuando el PNV denunció el recorte que Bildu había infligido al centro y exigió su reconsideración.

El centro, inaugurado hace más de 35 años en el municipio guipuzcoano, cuenta con más de 2.000 alumnos matriculados en alguno de los grados que oferta, más otros 1.000 estudiantes de formación no reglada. El grueso del presupuesto, el 63,61%, corresponde a la Diputación de Gipuzkoa, que este año aportará 340.000 euros frente a los 400.658 de 2012, un 15% menos, según datos de la coalición. Junto al diputado general del territorio, Martin Garitano, se sientan en el patronato el Ayuntamiento de Bergara, que sufraga el 10% de las cuentas, y la Kutxa, con el 26,39%. El centro no pudo facilitar a este periódico el presupuesto total del que dispone.

El descenso en la aportación de la Diputación y el Ayuntamiento de Bergara ha provocado, según denuncia la peneuvista Lourdes Alonso y alumna del centro, que las cuentas hayan dejado de cuadrar a mitad de curso, cuando cuatro meses antes, en octubre, los estudiantes abonaron sus respectivas matrículas y nadie les alertó de que las tutorías y clases se podían ver reducidas por la crisis. La calidad de la enseñanza, por tanto, también se vería mermada, denunciaron los estudiantes y temieron los profesores, que tras Semana Santa han abandonado la huelga a la japonesa que habían iniciado por la promesa de que los recortes no se aplicarán este curso.

Los 75 profesores de la UNED de Bergara, cuyo director es Iñaki Esparza, catedrático de Derecho Procesal, decidieron emprender la protesta a comienzos de marzo, una huelga que no hizo sino obviar los recortes previstos y continuaron atendiendo, por tanto, a sus alumnos semanalmente.

Tras las protestas se va a analizar el futuro de este centro universitario

"Sólo harían falta 100.000 euros", subraya Alonso, en referencia a que si la Diputación destina esta cantidad extra a la UNED el curso se desarrollará según lo previsto hasta junio. Una cifra que para el PNV la Diputación se puede permitir y cuya reclamación llevarán a las Juntas Generales del territorio,vía propuesta de resolución. El objetivo es que la diputada de Cultura, Ikerne Badiola, detalle y concrete cómo va a financiar la Diputación al centro durante 2013.

Las aguas se vuelven a calmar en la UNED gracias, entre otras cosas, a que el Gobierno vasco ha accedido finalmente a formar parte de su patronato, según han confirmado fuentes del Departamento de Educación a este periódico. Una reclamación histórica del centro, que el Ejecutivo de Patxi Lopez rechazó alegando que “no era el momento”, y que todavía falta por concretar, pero cuya materialización está a punto de cumplirse, “a falta de un trámite”, insisten las mismas voces.

La consejería de Cristina Uriarte todavía no sabe qué cantidad destinará al centro guipuzcoano, en qué plazos y bajo qué términos, pero el acuerdo otorga un colchón extra a la Universidad de Bergara. El Departamento, por ejemplo, destinará este 2013 un total de 196.200 euros a la UNED de Bizkaia, un centro desde el que hace tiempo forma parte de su patronato, junto a varios ayuntamientos de la Margen Izquierda, el de Getxo, la Diputación del territorio y la BBK. De hecho, el centro vizcaíno cuenta para este año con un presupuesto de gasto total de 1,3 millones para 3.551 alumnos y alrededor de 100 profesores.

Independientemente de la entrada de un nuevo socio, la UNED de Bergara está inmersa en un proceso de estudio para examinar su viabilidad económica y su modelo educativo a corto y medio plazo. Una vez que las quejas de alumnos y profesores se difundieron en los medios de comunicación, el centro anunció que pondría en marcha un gabinete de trabajo compuesto por los miembros del patronato, un representante de los docentes y otro de los estudiantes. La comisión determinará “las actuaciones necesarias para que el centro se adecue a las nuevas necesidades”, explican asépticamente desde la UNED, que no quiere ofrecer más detalles hasta que se celebre el primer encuentro, el próximo viernes.