Aburto inicia otra ronda sindical
El consejero apuesta por un pacto que minimice el efecto de la reforma
Mucha cita bilateral pero no hay manera de sentar a todos los sindicatos en la misma mesa. El consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Juan María Aburto, va a iniciar esta semana una nueva ronda de contactos con los agentes sociales para poner en marcha un organismo que resuelva en Euskadi los descuelgues de los convenios en las empresas. Se trata de una comisión a la que obliga la nueva normativa laboral impulsada por el Gobierno central y que, de haber acuerdo entre todos, podría paliar algunos de los aspectos más duros de la propia reforma. El problema es que los sindicatos no quieren ni verla, mientras que la patronal la considera imprescindible para no perder “competitividad” respecto del resto de las empresas de España. La Comisión Vasca de Resolución de Discrepancias sobre Inaplicación de Condiciones de Trabajo, cuyo proyecto de decreto ya fue aprobado en diciembre por el Ejecutivo de Patxi López sigue en un cajón y el actual Gobierno pretende sentar las bases para un acuerdo de mínimos entre todos los agentes sociales.
El presidente del Consejo de Relaciones Laborales, Tomás Arrieta, cree que la vía para alumbrar una salida pactada a ese nudo, aún mayor en Euskadi, que supone el arbitraje obligatorio en las empresas, es dejarlo en el Preco. Frente a esa externalización del conflicto laboral que supondría dejarlo en manos de un árbitro, Arrieta apuesta por un pacto entre los agentes para que, en primera instancia, la discrepancia se resuelva en un órgano de mediación como el Preco, en el que las partes siguen manejando el conflicto y si en todo caso no hay salida, externalizarlo. “Si queremos que la flexibilidad se negocie en las empresas y mayoritariamente se aplique a través de acuerdos, necesitamos diseñar procedimientos que, pactados en los convenios y desarrollados en el Preco, conviertan la intervención de terceros en la comisión tripartita en una solución marginal”, explicó recientemente a EL PAÍS.
Aburto, que fue recibido en su cargo por ELA con un desplante de su secretario general, busca hacer de mediador en Euskadi para intentar que la reforma no rompa de forma irreversible las deterioradas relaciones entre patronales y sindicatos. Aburto, que ha manifestado su posición contraria a la reforma de Rajoy pretende que empresarios y trabajadores acuerden mínimos comunes sobre los puntos clave de la reforma, y con ello quizás sentar las bases para formar una mesa de diálogo social que ya dio resultados en materia de empleo en la anterior legislatura, pese a la ausencia de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB. De momento sólo hay algún acuerdo en el sector público.
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