“Solo hice lo que hace un vocal: mediar”
Un exportavoz de IU en Vallecas asegura a la juez que no golpeó a ningún policía Los hechos sucedieron durante un pleno de 2009
El exportavoz de Izquierda Unida en Puente de Vallecas, Javier Espinosa, y otros cinco vecinos del distrito se han sentado esta mañana ante la juez por un altercado con la Policía en el trascurso de un pleno de 2009. Todos los procesados, a los que se acusa de atacar a los agentes, han negado tales agresiones. "Yo solo hice lo que puede hacer un vocal: mediar. Pero dos no median si uno no quiere", ha asegurado el exvocal. La fiscal pide multas para todos, excepto para Espinosa, para el que solicita una pena de un año y medio de prisión. El juicio se ha suspendido por la falta de un testigo, otro agente, que las partes consideraban esencial.
Los hechos se remontan a junio de 2009 cuando un grupo de la asociación de vecinos Alto del Arenal acudió al pleno con pancartas para solicitar un recinto ferial para celebrar las fiestas de La Karmela. La concejal presidenta había alertado a la Policía, y cuando pidió a los agentes que desalojaran el pleno, se inició la disputa.
Alrededor de 300 personas, miembros de IU y vecinos de Vallecas, se agolpaban desde mediodía a las puertas de los Juzgados de lo Penal, en Julián Camarillo, para apoyar a los procesados. El tumulto ha sido tal que los guardias de seguridad han dejado acceder a la gente al edificio por turnos y una vez dentro, en la sala de espera, han hecho falta cuatro guardias y dos policías para organizar la entrada de los procesados y los testigos en la sala. La juez ha impedido que entrara público al juicio porque ha considerado que la publicidad "estaba garantizada" con la presencia de la prensa, aunque quedaban cinco asientos libres. Los periodistas y algunos estudiantes de magistratura son los únicos que han podido permanecer.
El alboroto provocado por el medio centenar de asistentes que habían entrado a los juzgados y que querían acompañar a los procesados ha propiciado que la juez haya dejado acceder a la sala a cinco allegados de los acusados. Entre ellos estaba María Espinosa, diputada regional e hija de Javier Espinosa. "Oigo más lo que se dice fuera que lo que se dice dentro", ha asegurado la magistrada, quien ha pedido finalmente que se desalojara la sala de espera.
Espinosa ha negado haber agredido a ningún agente y ha negado haber dicho "¡Vete gilipollas, que soy concejal!", porque el nunca ha sido edil, solo vocal, y "solo una persona que no sepa la diferencia puede decir esas palabras, y yo la sé". Los otros acusados han asegurado que el exportavoz de IU no agredió a nadie. El responsable de la emisora local, Francisco Pérez fue otro de los detenidos y ha aseverado que él solo fue al pleno por su labor periodística y que le pareció "anormal" que pidieran identificación para entrar a un pleno público.
Uno de los policías, que presentó un parte de baja, ha explicado que Espinosa se acercó a él "frontolateralmente" y le dio una patada en los riñones. Este agente ha recalcado que en ese pleno se vivió una "situación objetiva de riesgo" y que los "ánimos estaban exacerbados". También ha descrito como "cómico" el desalojo del pleno por los gritos que proferían los vecinos.
La concejal presidenta del distrito, Eva Durán, ha afirmado que vio a Espinosa propinándole la patada al policía y ha afirmado que lo que ocurrió "no se entiende en un Estado democrático".
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