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El ‘pelotazo’ del Bernabéu, bajo la lupa

La Comisión Europea investiga la ampliación del estadio del Real Madrid El Ayuntamiento ‘perdió’ cerca de 200 millones en la reforma para “favorecer” al club

Recreación elaborada por el Real Madrid de la imagen del futuro estadio del paseo de la Castellana.
Recreación elaborada por el Real Madrid de la imagen del futuro estadio del paseo de la Castellana. REAL MADRID

Lo que para el anterior alcalde de Madrid y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), fue una operación perfectamente legal que supuso “un beneficio para la ciudad”, para la Comisión Europea puede constituir un pelotazo urbanístico, o lo que es lo mismo, una ayuda ilegal del Ayuntamiento al Real Madrid, que podría superar los 200 millones.

Fuentes comunitarias han confirmado que los servicios de Competencia han recibido y están examinando dos operaciones cerradas entre ambas instituciones en julio y en diciembre de 2011. “Estamos analizando la información disponible. La Comisión no ha decidido aún si abrirá una investigación formal”, dijo el portavoz de Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia. “Hemos recibido otras quejas por parte de otras entidades o particulares sobre distintos clubes en distintos Estados miembros”, añadió.

Una parcela vale su peso en oro

Las parcelas de la calle de Mercedes Arteaga, en Carabanchel, con las que el Madrid pagó en noviembre de 2011 una parte de la operación urbanística del Santiago Bernabéu eran hasta julio de ese año propiedad del Ayuntamiento. De hecho, se puede decir que al club le salió casi gratis el supuesto pelotazo, lo que también está investigando Bruselas.

En julio de 2011, el Ayuntamiento saldó una vieja deuda con el Real Madrid. La entonces edil de Urbanismo, Pilar Martínez (ahora directora general de Vivienda del Gobierno), aprovechó que el club quería negociar la reforma de su estadio para forzarle a cerrar antes los flecos de operaciones anteriores.

Esta en concreto se refiere a los convenios que permitieron convertir la antigua ciudad deportiva en las cuatro torres de la Castellana. Entonces, el Ayuntamiento, regido por José María Álvarez del Manzano (PP), cometió un error inexplicable en el intercambio de terrenos. Entregó al club una parcela de uso deportivo de carácter básico; es decir, de titularidad pública. Por definición, no podía pasar a manos privadas. Tardó 13 años en reparar esa equivocación, y ese retraso le costó muy caro.

En julio de 2011, compensó al fin al club por haberle entregado una parcela equivocada. Pero ese solar, que en su momento valía 488.000 euros, se había encarecido hasta los 22,7 millones.

Y eso es lo que le costó al Ayuntamiento el error. No lo pagó en metálico, sino con la entrega de otros terrenos. Entre ellos, las parcelas de la calle de Mercedes Arteaga. Le dio además otro solar en Valdebebas (3.000 metros cuadrados para oficinas u hotel) y una superficie de 3.600 metros cuadrados que en realidad es una franja de tres metros de ancho alrededor del Santiago Bernabéu en la que ya están construidos los pilares de la tercera grada y las torres de evacuación. Antes, el club solo tenía derecho a usar ese terreno; así, pasaba además a ser de su propiedad.

Esta última cesión está sujeta a una investigación judicial.

El supuesto pelotazo del Real Madrid ya se conocía desde hace tiempo, pero Bruselas confirmó ayer su interés en el tema después de que el diario británico The Independent lo hiciera público en su edición de hoy.

La Comisión abrió en su día una investigación formal sobre la venta de los terrenos de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, que posibilitó la construcción de las cuatro torres de la Castellana. La cerró en 2004, al no hallar indicios de delito. Pero no solo el club español centra el interés de Bruselas: también estudia posibles ayudas ilegales a equipos de otros países, aunque por ahora sólo ha abierto una investigación formal al PSV Eindhoven y otros cuatro equipos holandeses, que recibieron presuntamente ayudas ilegales de las autoridades de su país entre 2010 y 2011 por valor de hasta 60 millones de euros.

En el Ayuntamiento se malician que las “quejas” sobre el Real Madrid podrían provenir de otros equipos, principalmente ingleses, toda vez que la investigación podría extenderse en breve a clubes como el Manchester y el Chelsea. Sin embargo, declinaron proporcionar información alguna sobre el tema, alegando que se trata de una investigación de la Comisión.

En noviembre de 2011, mes y medio antes de convertirse en ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón dio luz verde a una operación urbanística que permitirá al Real Madrid cubrir el estadio Santiago Bernabéu; construir un centro comercial y hotelero en la fachada que da al paseo de la Castellana; y hacer un aparcamiento subterráneo de 600 plazas.

El centro comercial ocupará 12.250 metros cuadrados de edificabilidad. Cubrir el estadio aumentará además la superficie edificable en otros 14.073 metros cuadrados. Pese a que la cubierta no tiene aprovechamiento comercial, sí computa como superficie edificable dentro de la operación.

Para compensar este aumento de superficie a su favor, el club se comprometió a tirar abajo y convertir en parque el centro comercial de la Esquina del Bernabéu, un inmueble de 6.858 metros cuadrados edificado en la fachada del estadio que da a las calles de Concha Espina y de Padre Damián.

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Ahora bien, la Esquina del Bernabéu tiene la mitad de superficie edificable que el nuevo centro comercial de la Castellana. No basta para cuadrar la operación.

Así que el club tuvo que ceder, además, cuatro parcelas en la calle de Mercedes Arteaga, (Carabanchel), con una superficie de 5.577 metros cuadrados y que estaban destinadas a levantar chalets pareados. El Ayuntamiento dedicará esos terrenos a parque y equipamientos del barrio de Opañel.

En resumen: Nuevo centro comercial = 12.250 metros cuadrados. Esquina del Bernabéu + cuatro parcelas de Carabanchel = 12.435 metros cuadrados. La operación ya cuadraba. Además, el club hubo de abonar 6,6 millones de euros en metálico.

La operación cuadraba, sí. Pero en cuanto a superficie, no en cuanto al valor de los terrenos. Porque el suelo de la Esquina del Bernabéu no vale lo mismo que la mitad del futuro centro comercial aunque la superficie sea igual.

Y, sobre todo, porque las parcelas del distrito de Carabanchel no pueden equipararse económicamente a la otra mitad del nuevo centro comercial, aunque su superficie también coincida. ¿Cuánto valen esos solares? 4,4 millones; es decir, 790 euros por metro cuadrado, muy lejos del precio de mercado del suelo de Castellana.

El Ayuntamiento era consciente de este desequilibrio económico, lo que en el argot de una charla de bar sería un pelotazo. De hecho, nunca lo negó. Su explicación fue que el club no iba a ganar ni un euro en la operación porque tendría que invertir cerca de 200 millones en la construcción del nuevo centro comercial. Pero claro, una vez construido, los beneficios de su explotación irían directamente a sus arcas. El Ayuntamiento no vería ni un euro.

Correcto. Pero, según el Ayuntamiento, se crearían casi 3.000 empleos directos o indirectos (2.300 en la obra y 600 después). Además, el nuevo estadio atraerá turistas y aportará ingresos vía impuestos. Y no sólo eso: además, constituye “una apuesta por el Real Madrid”, y “favorece a esa marca”, lo que “beneficia a toda la ciudad”, según el Ayuntamiento.

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