Malabarismos culturales en la XV edición del festival Mecal
El Festival de Cortometrajes y Animación de Barcelona proyectará alrededor de 350 piezas audiovisuales del 4 al 28 de abril
Durante cuatro semanas, la ciudad Barcelona se convertirá en el epicentro de lo audiovisual en formato breve. El festival de cortometrajes por excelencia de Barcelona, el Mecal Pro, vuelve -en su decimoquinta edición- con más participación, más oferta, más días, más secciones y nuevas localizaciones. “El festival se expande, aunque la crisis nos bloquee, hemos intentado ofrecer más con menos”. Estas han sido las palabras del director del certamen, Roberto Barrueco, en la rueda de prensa que se ha celebrado esta mañana en la Fábrica Moritz, uno de los espacios de la ciudad que acoge parte de la programación de este festival. Pese a que el presupuesto del pasado año, de unos 75.000 euros, se mantiene, Barrueco ha admitido que en esta edición ha tocado, más que nunca, “exprimir el ingenio para sortear la crisis y este pesimismo general”.
El CCCB y el convento de Sant Agustí serán nuevas sedes del festival
El festival ha seleccionado 350 cortos, de ámbito nacional e internacional, después de haber recibido más de 5000 propuestas para competir. “Es un volumen inaudito que no se había dado en ninguna otra edición –ha explicado Barrueco– lo que demuestra que el mercado de los cortometrajes está más vivo que nunca”. Para dar cobijo a esta explosión de creatividad filmográfica, el Mecal se expande a otros emplazamientos de la ciudad y contará, como novedad, con el Centro de Cultura Contemporanea de Barcelona (CCCB) –un retorno a los orígenes, ya que, en realidad, ahí nació el Mecal– y el convento de Sant Agustí, además de otros ya comunes como l’Antic Teatre, el Instituto Francés de Barcelona, los cines Girona o el palacio de la Virreina. Por su parte, el periodo de duración se alarga una semana más respecto otras ediciones y pasará a ocupar todo el mes de abril, de jueves a domingo.
Este año se inaugura una sección dedicada a la animación
Otra de las guindas de este Mecal es la incorporación de una nueva sección dedicada a los cortometrajes de animación. “Hasta ahora no existía ningún festival dedicado a esta industria tan incipiente de las animaciones o los videojuegos y eso que Barcelona tiene un background muy potente en este sector”, ha recalcado Barrueco. Mario Torrecillas, un participante en esta nueva sección con su proyecto Pequeños Dibujos Animados (PDA), que consiste en hacer que niños de entre seis y doce años realicen su propio corto, ha celebrado la iniciativa de incluir la animación dentro del festival. Alrededor de esta técnica, también se harán charlas, un especial del festival Animateka (Eslovenia) y una master class con Anna Solanas y Marc Riba, realizadores de la webserie Simon’s Cat.
Al margen de la animación, se mantendrán las “viejas” secciones oficiales que optarán a premio: Internacional, donde se recogen los cortometrajes de ficción con renombre a nivel mundial como Penny Dreadfull, de Shane Atkinso; Obliqua, donde prima la innovación con propuestas arriesgadas y juveniles, por ejemplo, Distopia, un proyecto de final de grado de un alumno de la ESCAC (Terrassa) y la sección Documental, en la que se proyectará una pieza que tuvo un éxito rotundo por su propagación a través de Internet: el corto español l’Equip Petit, dirigido por Roger Gómez y Dani Resines, que ya ha sido aplaudido en numerosos festivales internacionales. La repercusión del festival es de tal magnitud que todos los ganadores de las secciones oficiales optan directamente a la preselección de los Goya.
Además de las secciones a competición, el Mecal Pro 2013 ha programado muestras paralelas (London Calling, tributo a Tim Burton, memoria en corto de Jacques Tati) y otras actividades entorno a Finlandia, el país invitado de esta edición, que traerá una retrospectiva del director Aki Kaurismaki y una sesión dedicada a la producción de l’ELO Helsinki Film School.
Con una colorida ilustración y cierto toque infantil, “Have a nice Mecal” (que tengas un buen Mecal) es el lema del cartel de este año que, en palabras del director, aboga por una filosofía muy clara: “ponernos contentos con el mejor cine corto”.
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