La plantilla de GE Power Controls logra una indemnización de 60 días por año

El comité de empresa de la planta que General Electrics Power Controls tiene en Sant Vicenç de Calders (Bages) ha llegado a un acuerdo con la compañía un mes después de que ésta anunciase el cierre de las instalaciones y el despido de toda la plantilla -135 personas-. Los trabajadores han conseguido que la compañía les garantice una indemnización de 60 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades, además de una cantidad lineal por cada año de ejercicio que oscila entre los 950 y los 1.200 según los años de antigüedad en la empresa de cada empleado. Los acuerdos asegurarán una indemnización mínima de 30.000 euros para la plantilla, en un acuerdo inédito, por positivo, en los tiempos que corren.

La empresa aportará 250.000 euros para iniciar un plan de industrialización en Sant Vicenç de Calders

En la resolución alcanzada esta mañana entre la directiva y el comité de empresa, GE Power Controls se compromete también a asumir el coste del subsidio de desempleo de todas las prejubilaciones –acordadas para los trabajadores que en el momento del cierre tengan más de 54 años-. Para los empleados que tenga entre 54 y 59 años, la compañía ha acordado complementar la prestación de paro en un 85% del salario neto hasta la edad de jubilación y, en el caso de los trabajadores de entre 60 y 64 años, la empresa asumirá el subsidio por desempleo hasta el 95% del salario neto.

Las negociaciones también han conseguido establecer las bases de un plan social de recolocación de la plantilla con la puesta en marcha de un proyecto de reindustrialización. GE Power Controls aportará 250.000 euros para desarrollar una iniciativa mediante la cual una empresa especializada se encargará de buscar una alternativa industrial que tenga una viabilidad mínima de 10 años y garantice, al menos, un contrato de trabajo indefinido para 50 de los trabajadores afectados por el ERE. La Federación de Industria de CCOO de Cataluña ha valorado de forma muy positiva el acuerdo alcanzado entre la ejecutiva de la compañía y los empleados de la planta de Sant Vicenç de Calders: “Se han conseguido unas condiciones económicas y sociales muy buenas para la plantilla, bastante por encima de lo que establece la reforma laboral. Y la Administración se ha implicado en el proceso de reindustrialización, en línea con la resolución aprobada hace unos días en el Parlamento de Cataluña”.